miércoles, 17 de agosto de 2016

Una auténtica cita a ciegas!!!

La excitación era inmensa, llevábamos tres semanas hablando por una red social, conversaciones calientes que acababan en masturbaciones. Había tanto deseo que nada más empezar a hablarnos yo me empalmaba y Sara se humedecía de saber que el deseo era mutuo, la imaginación y las ganas del uno por el otro era tal que hablábamos tres veces al día, cómo los buenos medicamentos que hacen que te cures de cualquier enfermedad, en este caso nuestro delirio crecía y crecía en cada toma de nuestra dosis diaria.
Conversaciones donde conoceríamos gustos y nos explicaríamos nuestros momentos más íntimos.

Surgió sin pensarlo, pero como todas las cosas maravillosas salió así, sin preparar. Decidimos tener una cita a ciegas para plasmar tanto deseo, conocíamos nuestros cuerpos virtualmente, sabíamos el que le gustaba a uno y al otro y llenos de tanto placer nos pusimos manos a la obra.

Sara un poco más tímida, lo deseaba igual que yo, pero me decía que le daría mucha vergüenza el citarnos en un hotel y realizar todos los deseos ocultos que habíamos realizado virtualmente.

No sabia si Sara tenía pareja o no, sólo nos dábamos placer virtual, pero al surgir la oportunidad de quedar y disfrutar físicamente no lo dudamos ninguno de los dos. Su vida personal era su intimidad y  nos prometimos que sería una sola vez, nos gustase o no.

Una vez realizada la reserva del hotel para una noche, el plan empezaba a tener fecha y cada vez más pasión y deseo. No dejamos de tomar nuestras 3 dosis diarias de buen sexo virtual hasta el mismo día de la cita.

Aquí os explico la experiencia en primera persona. Llego yo primero al hotel y le envio un mensaje a Sara que ya la estoy esperando. Cierro las cortinas de las 2 ventanas que hay en la habitación, tal y como le prometí seria un descubrimiento de nuestros cuerpos totalmente a oscuras, en la habitación se hace la noche, aunque eran las 5 de la tarde. Mis nervios a flor de piel, por fin vamos a disfrutar de la pasión y el deseo acumulado.

En recepción le dan una llave a Sara, yo me espero en el vestidor que esta completamente a oscuras como el resto de la habitación. Al oir como se abre la puerta mi corazón va ha estallar. 
Nada más entrar Sara va dejando caer la ropa en el suelo tal y como habíamos hablado, yo la espero totalmente desnudo, estoy apoyado en la pared del vestidor escuchando como cae su ropa al suelo... mi excitación aumenta.
Estoy esperando que llegue Sara al vestidor , no hemos cruzado todavía ni una palabra. Intuyo sus pasos, pasa por delante de mi, y justo en ese momento me acerco a ella desde atrás... mi cuerpo desnudo se une al suyo.
Nos deshacemos en el momento que nos cogemos las manos.. deseo contenido, nuestros corazones disparados por la situación y el deseo mutuo hacen que sigamos sin mediar palabra. Excitación, nervios, deseo, placer, vergüenza, timidez, pero sobre todos ganas de vivir este momento le susurro a Sara en el oído:
- ¿Estas Bien? 
- si, me contesta en voz baja, mientras sus manos no dejan de acariciar mis piernas.... mi boca aprovecha el susurro anterior para besar su cuello... noto como su piel se eriza... mi manos tiemblan igual que las suyas...
Estamos juntos por fin, ese deseo lo materializamos en el momento que hago girar a Sara... nuestras bocas se unen el el deseo y la pasión acumulada en las 3 semanas anteriores se convierten en el éxtasis del momento.
Nuestros cuerpos unidos no dejan de frotarse el uno con el otro... somos dos animales que buscan su instinto sexual más salvaje...  noto sus magníficos pechos en mi cuerpo, sus manos buscan mi pene... mi boca se inclina para mordisquear sus pezones que piden locamente que lo haga.
No paramos de gemir.... excitados, nerviosos... nos besamos con tanta intensidad que ni nosotros mismos sabemos de lo que somos capaces de sentir en una situación tan morbosa y excitante... todo a ciegas y sólo con nuestro tacto y olfato hacemos nuevas preguntas:
-  ¿Estas bien?
-  Si, ¿y tu? 
-  También, quiero descubrir tu cuerpo déjame recorrerte despacio... quiero sentir como te estremeces al paso de mi manos y mi lengua...

Así lo hago y así la siento... sus piernas se debilitan de tanto placer al arrodillarme ante ella y besar muy lentamente su sexo al tiempo que mis manos acarician su precioso trasero. Sara con sus manos acompaña el movimiento de mi cabeza ante su depilado sexo que me inunda de sus flujos... noto como su orgasmo esta llegando para regalarme una dosis de gemidos que escucho al ritmo del movimiento de su pelvis, mientras intenta apoyarse en el armario del vestidor para no desvanecerse de tanto placer...
La sostengo con mis manos en su trasero mientras su cuerpo me regala un orgasmo que llena mi boca de su exquisito placer... placer liquido que me sabe a gloria... me sabe a quiero penetrarla...  quiero que me coma, quiero sentirla una y otra vez hasta que caigamos rendidos en la lujuria del momento....
Guio a Sara hacia la cama, la siento ante mí, y en ese momento sus manos buscan mi pene para darme el placer que tanto deseo... su boca recorre mi glande lentamente... fricciones lentas y suaves hacen  que mis gemidos susurrados  a Sara sepa que me esta enloqueciendo con su boca....
Mi gran excitación y agradecido a tal felación, levanto a mi amante delicadamente mientras la beso y vuelvo a recorrer su cuerpo lentamente con mis manos justo antes de inclinarla en la cama para penetrar su sexo desde atrás... 
Mis movimientos primero delicados y luego rápidos hacen que mi musa sexual mueva sus caderas con locura.. sus movimientos y los míos bien acompasados hacen que su orgasmo no tarde en llegar... mis manos justo en sus pechos al tiempo que su orgasmo llega... en ese instante recuerdo que en nuestras conversaciones sexuales de los días anteriores me dijo que le encanta que le azoten el culo sin violencia, pero si con esa gracia que hace que sus gritos de placer sean más intensos en cada cachete que le marco por el movimiento lento de mi entrar y salir de su sexo.

Llena de mi, y todavía en completa oscuridad vuelve a recrearse con mi pene que sólo piensa en su placer... en este caso me vuelve a salivar toda mi verga que con la gracia de su boca no puedo evitar correrme, no sin antes pedirle permiso para ello... su decisión de chupar y chupar con más ganas mi pene hacen que sepa que lo quiere todo en su boca...  increïbles y bellos movimientos hacen que no retarde el momento de darle todo mi esperma que llena su boca... y que al retirarse, también lo esparzo por todo su cuerpo....
me tiemblan las piernas... apoyo su cabeza en mi cuerpo y le propongo descansar estirados en la cama...

Nos tumbamos y lentamente volvemos a recorrernos mutuamente en el silencio y la oscuridad de la habitación. Una y otra vez volvemos a darnos placer y a entregarnos en un mundo nuevo de sensaciones donde la vista todavía no ha intervenido para nada.
Cerca de las 9 de la noche hacemos media parte y vamos a cenar algo en el restaurante del hotel. Allí nos miramos y nos provocamos con esas miradas intensas que no conocíamos el uno del otro... juego y más juego que nos lleva de nuevo a la habitación y ahora empezamos la segunda parte disfrutando de miradas y risas cómplices y felices de haber hecho realidad una fantasia que salió sin pensar. Nos dieron las 2 de la madrugada y allí se acabo nuestra intensa cita

Y como prometimos, no nos hemos vuelto a ver.

2 comentarios:

  1. Una cita a ciegas muy intensa. Lástima que sólo quedase en eso, sólo una cita, cuando existe tanta electricidad entre dos personas. Quizás dos persona con almas deambulando y se encontraron. El destino.

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  2. És un relat eròtic escrit amb bon gust i sense paraules mal sonants.
    Crec que es tracta de les fantasies del propi autor o en el millor dels casos ( per els protagonistes), una gesta real, guarnida per a esser llegida.

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