domingo, 17 de julio de 2016

Así me gusta cumplir años.

Así me gusta cumplir años.


Tenía ganas de llegar a casa, pues, después de la fiesta de mi aniversario no me había vuelto a acordar del regalo que me habían regalado mis compañeras de trabajo.
Hoy mi cuerpo me pedía sensaciones y me iluminé y sonreí cuando recordé que las amigas de batallas de la oficina me regalaron un juguete sexual, mi primer vibrador.

Un vibrador no de grandes dimensiones, color rosa y de una forma diferente a como yo imaginaba a los vibradores. Una de mis amigas me explicó que la vuelta que da el vibrador en la parte final es para darme placer en el clítoris mientras me penetro el consolador de un tamaño de poco más que un dedo.

A mis cincuenta años de edad estaba descubriendo nuevas cosas en el terreno sexual, y la de este magnífico apartito de color rosa me estaba poniendo húmeda por momentos.
Mi fantasía era compartir este juguete con mi amante (que estaba descubriendo en mí  una nueva mujer). Pero sé que en estos días no podía contar con él debido a su trabajo.
Nada más llegar a casa, saludé a mi reina de 4 patas, que siempre se alegraba de verme, una perra que me daba el cariño y la compañía necesaria a una mujer como yo, que decide vivir sola.
Entro en mi habitación y me desnudo completamente para poder  recorrer y disfrutar de mi cuerpo como me había enseñado Armando. Mis manos acariciaban mis pechos lentamente, se detenían en mis pezones… los pellizcaban, mi cuerpo desnudo estirado encima de la cama, se abría  de piernas por momentos para poder sentir la excitación en mi sexo.
Empezaba a estar empapada cuando abrí el cajón de la mesita para sacar a mi niño rosa (así lo bautice)  y ver que me aportaba de nuevo a mis masturbaciones de media tarde.
Tarde de verano, jornada intensiva de trabajo y un calor inmenso fuera de casa, ahí estaba yo llena de deseo imaginando las manos de mi Armando recorriendo mi cuerpo como yo lo estaba haciendo. Mis ojos cerrados, mis dedos accediendo suavemente a mi sexo completamente rapado, empezaban a dar ritmo a mí deseo. Mi primer orgasmo no tardó en llegar, la excitación previa y la penetración suave de mis dedos hicieron que mi cuerpo se dejase llevar con las imaginativas palabras que me susurraba mi amante, al tiempo que con una mano  yo me acariciaba mis pechos,  mientras que los dedos de mi mano derecha hacían el resto en el interior de mi sexo.
Disfrutando de esa excitación y placer, me dispongo a estrenar a mi niño rosa, lo introduzco lentamente en mi sexo, bien abierto, mis piernas bien abiertas para facilitar la entrada de mí nuevo amigo y entregarme nuevamente a orgasmos y placeres desconocidos….
Húmeda, mi niño rosa entra suavemente, mientras todo mi cuerpo se estremece, mi pelvis se levanta hacía arriba para poder disfrutar del nuevo placer de sentirme penetrada por un cuerpo extraño que al mismo tiempo revoluciona mi clítoris…
Ufff
Ufff.
Increíble placer el que siento, mi mano, no deja de entrar y sacar lentamente a mi nuevo amigo, ese precioso regalo que mis queridas amigas me habían regalado 2 días antes. No se cómo, pero mi mano cambiaba e ritmo como si ya supiese  que tenía que hacer en cada segundo y además hacerlo con el justo movimiento y la justa intensidad que necesitaba.

Mi ojos cerrados, volvían a sentir los susurros imaginarios de mi amante, mi cuerpo encendido en placer, se movía con la sorpresa y las ganas  de saber que esto no ha hecho más que empezar…. Sí, me encanta saber, que por fin he cumplido (gracias a mis amigas) el placer de introducirme un juguete sexual en mi interior…. Mi mano sin soltar mi niño rosa, deja de moverse para que sea mi cuerpo el que se mueva para él. Me encanta sentirme penetrada y acariciada en mi clítoris…. Mis caderas se mueven en círculo para poder sentir mayor placer… mis dedos de la otra mano se sitúan en los labios de mi sexo para aumentar así el placer nuevo e intenso que estoy descubriendo… Quiero más, ahí llega mi nuevo orgasmo provocado por el movimiento de cuerpo… los susurros ficticios de mi amante resuenan dentro de mí, en el momento de sentir como toco el cielo por este momento que tanto me hubiese gustado compartir con él. Su morbo y saber hacer han hecho de mí una mujer con ganas de vivir la sexualidad y experimentar nuevos placeres desconocidos.
Me pongo de costado con mi niño rosa dentro de mí, ahora con las piernas cerradas la sensación es diferente, es como cuando me masturba mi amante y desde atrás me susurra las palabras más obscenas que  hacen que mi cuerpo se estremezca sólo de sentirlas… si muevo ese juguete dentro de mi…. Mis piernas cerradas hacen que el placer sea intenso.. mi mano con el movimiento roza los labios de mi coño para darme mayor placer …. Si, sé que mi tercer orgasmo está por llegar… quiero sentirme suya.. sentir como su deseo me llega a través de susurros imaginarios, quiero una vez más sentir el poder que tiene sus palabras en mí….
Mi cuerpo se entrega nuevamente al placer, mi corazón se acelera al tiempo que mi mano suaviza los movimientos para poder relajarme después de estos magníficos orgasmos que hacen que me quedo dormida con el niño rosa en mi interior.
Me despierto y ya son las seis de la tarde… desnuda y con una sonrisa inmensa en la cara, extraigo de mi interior a mi niño rosa y me pongo en marcha, pues mi perrita ya me pide que la acompañe para el paseo de la tarde.

Sonrío y vuelvo a sonreír, que buen regalo, de los que recuerdo, és, ha sido y será uno de mis mejores últimos regalos.


Así me encanta cumplir años.

1 comentario:

  1. Un buen cumpleaños. Me ha hecho imaginar las manos que me acariciaron la ultima vez y la decisión de hacerme un autoregalo.

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