domingo, 29 de mayo de 2016

Vaya pinta que tenemos!!!



Vaya pinta que tenemos!!!


Era uno de esos días que no me apetecía mucho salir a comer sola, y en ese justo momento suena el teléfono:
-  Si, contesto.
-  Hola Nicole, soy Félix, nos conocimos el domingo pasado (hoy es miércoles), te dije que te llamaría para comer un día de estos, estoy por tu zona, te apetece que comamos juntos?
-  Hola Félix, la verdad que ahora iba a salir a comer, a las 16:00 horas tengo que estar de nuevo en el trabajo, tardas mucho? 
-  No, para nada, en 5 minutos estoy ahí, he visto que hay un parking cerca, si quieres espérame ahí o dime donde te recojo?
-  Te espero en la puerta del parking.

Animada por esta buena compañía, me pongo mi chaqueta y me dirijo feliz a mi cita inesperada.
Félix es un tipo de estos que te apetece volver a ver, nos conocimos el domingo pasado en casa de un amigo común y congeniamos bastante, es un tío amable, con mirada encantadora y una sonrisa que hace que me estremezca sólo de pensarlo. Tiene un buen cuerpo modelado por algo de gimnasio, pero nada excesivo, pues sinó, tampoco sería mi tipo.

Yo le gusté, eso creo, pues desde el domingo no sabia nada de él, y esta cumpliendo su promesa de comer un día juntos para conocernos. El domingo iba esplendida, con un vestidito espectacular de color negro, marcando mi talla 95 de pecho con un escote pronunciado que Félix no hacia más que mirar. Mis treinta y pocos años han desarrollado en mi una picardia que a los hombres les encanta, soy de risa fácil, me encanta subirme a unos buenos zapatos de tacón para pasar del metro setanta con ellos calzados.

Hoy voy con una falda azul muy cortita, una blusa blanca con botones y mis zapatos blancos de tacón. No esperaba la visita de nadie hoy, pero yo para salir de casa o salgo de punta en blanco o mejor me quedo en casa.

Ya estoy en la puerta del parking cuando un coche elegante y negro se dispone a entrar, en ese momento se detiene y baja la ventanilla:
-  Hola preciosa, me sonríe Félix, 
-  Hola Félix, le sonrío.
-  No te muevas que aparco este trasto y vengo a buscarte.

No tarda ni 5 minutos, que utilizo para pensar que me gustaria que hacer con este pedazo de hombre que hoy voy a intentar seducir.

Camina con paso decisivo, se esta acercando y me sonríe enfundado en su traje negro, uffff, lo quiero en mí.
pienso mientras nos damos un par de besos de cortesia donde él aprovecha para cogerme de la cintura y acercarme a su cuerpo.


La comida es distendida, hablamos de nuestro amigo en común, reímos y reímos, pero la conversación la llevo a mi terreno preguntado si tiene pareja, su respuesta negativa hace que sonría y quiera llevar a cabo mi plan.

estamos con los cafés y aprovecho que hay un silencio lleno de complicidad para tocar su pie con el mío, noto su sorpresa en su cara y me dice: 
-  Nicole, ¿te gusta jugar?
-  Me encanta, soy una mujer que ha descubierto su lado más pícaro y contigo me siento como si te conociese de hace mucho, además eres un tío que me gustas, y si eso pasa, mi cuerpo quiere sentir.
-  Ufff, (suspira) eres una mujer preciosa Nicole, y desde que te vi el domingo supe que quería saber que mueve esa sonrisa picarona que tienes...

Yo, seguia acariciando su pierna con mi pie, los silencios y las sonrisas nos hacían aumentar el deseo...
en ese momento miro el reloj y le digo, nos vamos, no pregunta y pide la cuenta.
Creo que sabe lo que pienso, pues se acerca a mi, y me susurra:
-  Quiero respirar tu deseo en mi boca...
Me acaba de desmontar, me coge por la cintura al tiempo que vamos hacia el parking... mi cuerpo excitado y mi sexo húmedo hacen que desee poder sentir a Félix dentro de mi. 

Entramos en el parking del centro comercial y me invita a subir a su flamante auto, lleva los cristales tintados, él se sube en la parte de atrás, y sin darme cuenta inclina el respaldo de mi asiento con un solo movimiento, esta en la parte de atrás justo al lado mío, en la luz tenue que entra en el auto nos miramos, me derrite esa mirada que no pude acabar de disfrutar, ya que su boca se juntó a la mía.... nos besamos con tal pasión que acerco su cabeza para hacerlo más intensamente...  
Su mano, empezó a acariciar mis piernas mientras yo me abría completamente para facilitar su intención....
mis manos buscaban su pantalón para averiguar como demonios desabrochar su único botón y poder acceder a su precioso pene que ya notaba bien erguido.
El, en cambio, no dejaba de acariciar mis piernas... llegaba hasta mi sexo, pero no accedia del todo a él... esas ganas de que me tocase y no llegar a hacerlo, eso, me volvía loca... tanto, que por fin pude abrir el maldito pantalón y con unas ansias y un deseo irreconocible en mi puse su suave pene en mi boca...
El sentado en el asiento trasero, yo tumbada de lado en el asiento del conductor y comiendo su sexo... me lleno de placer de ver como ahora sus manos buscan mis pechos... aparta el sujetador para que mis pechos llenen su mano... abro los ojos (que mantenia cerrados) para ver su cara ... la poca luz me desdibuja su sonrisa de placer mientras me dice que se va a correr en mi boca...  que por favor no pare de comer su pene con tanta delicadeza...
Sus palabras funden el interior de mi coño que arde al tiempo que se moja... si, quiero que se corra en mi.. quiero beber su leche... me excita como ha dominado la situación hasta el punto que he podido poner su pene en mi boca... ahora lo tengo entregado a mi... ahora que quiere correrse en mi.... retiro mi boca y mientras le miro mis manos le masturban lentamente... no lo entiende.. pero, cierra los ojos dejando que sea yo quien haga con su cuerpo lo que quiera.... el liquido de su pene llena mis manos que rebosan y manchan su bonito traje negro...
En ese momento alguien esta tocando al cristal de la ventanilla... llama insistentemente. bajo mi falda y resguardo mis pechos primero en el sujetador y luego en la blusa... bajo la ventanilla y veo al guardia del parking que me pregunta:
-  srta, ¿todo bien? 
Me lo miro con una sonrisa, el mira hacia la parte de atrás del coche y supongo que en la oscuridad vio a Félix.
-  Miren de no estar aquí mucho más rato, pues se han quejado varios clientes.
-  No se preocupe, de seguida nos vamos.

Félix sale de la parte trasera del coche, yo hago lo mismo y nos encontramos uno frente del otro donde nos miramos y decimos al unisono:
-  Vaya pinta que tenemos.

Un pequeño beso nos sirve de despedida, sabiendo que volveremos a vernos y seguir en. donde lo dejamos...

Espero su llamada.

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