domingo, 2 de septiembre de 2018

Recuerdo su mirada



Quisé volver a cortarme el pelo en la peluqueria de al lado de mi antiguo trabajo. Lucia en las dos anteriores veces que la visité me captó la idea de como me gusta llevar mi pelo y barba arreglada. Una chica de sonrisa bonita, amable con todos los clientes y muy atenta. Unos ojos oscuros con una mirada penetrante me sorprendieron la segunda vez que la visité. Descubrí un cuerpo precioso con unas curvas destacables tanto en su parte baja como en su pecho. Me apetecía volverla a ver (a parte de su arte con las tijeras) y su belleza quería ver que siento al observar su sonrisa y mirarla fijamente a sus ojos negros. En esta ocasión la visite por la tarde sin saber si me podría atender.

    • Hola!!! ¿Me podrías atender hoy (son las 19:45h)?
Nos sonreimos, noto su sorpresa.
    • Si, claro, pero tendrás que esperarte, si no tienes prisa. Sientate y en un ratito te atiendo.
Me vuelve a sonreir, y en los próximos minutos nos seguimosla mirada a traves del espejo. La intuyo dulce, mimosa, romatica, con un punto de intesidad que imagino al observar sus diferentes tattos que adornan sus brazos y espalda. Intento relajarme, no quiero imaginarme en sus manos, me centro en responder unos mails de trabajo y así no dejar volar mi imaginación.

La peluquería se esta quedando vacía, las clietnas abandonan el local y ahora estamos sólo una señora, Lucía y yo.

    • Me sabe mal hacerte esperar, hoy todo el día que se me acumula el trabajo, contigo acabo mi jornada.
    • No te preocupes, yo después de aquí me voy para casa.

Es tan amable, cariñosa y dulce... Su tono de voz me encanta, son de esas voces que siempre me han hipnotizado. Me comenta que hoy especialmente está agotada, me explica que hay días que necesita estar sola. Tanta comunicación con clientas y escuchar inevitablemente conversaciones personales le han agotado hoy.

Llega mi momento y Lucia me invita a sentarme para ponerme en sus manos.
Me interroga como siempre para saber que es lo que quiero. Nos entendemos a la primera y con su saber hacer empieza a retocar la barba i los limites de mi cuero cabelludo. Sin darme cuenta al tocarme con sus dedos cierro los ojos para sentir como su delicadeza se apodera de mi. Su cuerpo próximo al mio me embriaga con su perfume floral de pinceladas citricas. No deja de hablarme, me ecnanta como me sonrie de cerca. Su piel en todo momento alimenta mi olfato. Mi excitación crece sin pedirla, me siento afortunado de tener la capa horrible que nos ponen para cortarnos el pelo y que no se pueda intuir mi excitación provocada por mi deseo de tocarla. Se aproxima y me roza diversas veces (que es lo habitual) pero en esta ocasión mi cuerpo siente a traves de su piel, sus palabras que me suenan a susurros y su mirada que quema mi interior y desata mi pasión.

Me pregunta si vivo cerca de su peluquería, no me tiene visto del barrio. Le explico que antes trabajaba muy cerca y que un día necesitado me acicalo mi cabeza muy acertadamente. Por ese motivo hoy es mi tercera visita, aunque ya no trabajo en la zona.

Completamente solos le abono la cuenta y al despedirse me dice:

    • ¿Cómo te llamas?
    • Jaime, tú, Lucia, ¿Verdad?
    • Si, ¿Cómo lo sabes?
    • Soy muy observador Lucia, la última vez que vine escuche que te llamaba una clienta, y memorice tu nombre. Oye, ¿te vienes a tomar un vino? (sonrio) me gusta conversar contigo.
    • Uffff Jaime, estoy agotada y creo que hoy no soy buena compañía. Necesito soledad.
    • Vale, no pasa nada. Pero que sepas que tienes una de lassonrisas más bonitas que he visto últimamente.
    • (Jajajaja sonríe y ríe a carcajada) venga, va, tomemos ese vino, pero un ratito corto.

Espero a que cierre y juntos vamos a una tasca de vinos que ella conoce. Se ha cambiado la ropa y está preciosa, lleva un vestido corto donde luce sus preciosas piernas. Luce un precioso escote (que me distrae), se ha pintado los labios y sombreado los ojos.

El ratito se convierte en rato para dar paso a una improvisada cena en un mexicano cercano. Antes de la cena cena hace una llamada para informar que tardará en llegar. Me explica que tiene a su hijo mayor en casa y que actualmente no tiene pareja. El vino previo y el cava de la cena hace que los dos nos soltemos fisica y mentalmente. Le acaricio sus bonitas (aunque trabajadas) manos y ella responde cerrando los ojos para sentir la delicadeza de mis movimientos. Mis piernas rozan las suyas, sus manos las apoya en mis piernas musculadas por el deporte. Las recorre lentamente una y otra vez excitandome en cada nueva pasada donde busca mi pene para ver que efecto causa en mi. Su sonrisa picara me mata, está jugando conmigo, yo completamente tímido me dejo hacer. Se acerca y me besa mientras por fin su mano se encuentra con mi pene completamente duro. Su lengua recorre mis labios, los mordisquea, me llena de su saliva y nos entregamos a la pasión justo antes de que el camarero traiga la cuenta. Salimos del restaurante como si nos conociesemos de toda la vida. En unas horas hemos pasado de ser unos autenticos deconocidos a saborearnos y descubrirnos entre confidencias de todo tipo.

La pasión hace que nos besemos en cada portal oscuro que nos encontramos a nuestro paso. Sus manos me recorren la espalda una y otra vez mientras las mías, una acaricia su nuca y la otra recorre su cintura de atrás hacía adelante descendiendo a su entrpierna que me sorprende por su excesiva humedad.  


Mis dedos apartan su tanga para poder introducirlos en el interior de su vagina y tras unos intensos movimientos un autentico orgasmo me da la bienvenida al placer de su cuerpo que hace temblar las piernas de Lucia. Se abraza a mi para mantener el equilibrio y se funde en un abrazo que nos lleva al paraiso. Me susurra:
    • Lo deseo desde el primer día que te ví, hazme tuya aquí y ahora.

   Se gira, se levanta la falda y volviendo a apartar el humedo tanga saco mi pene para penetrarla. Apoyada en la pared de un oscuroportal la embisto como un animal desbocado por el deseo acumulado de mi último año. Sus movimientos me enloquecen, sus gritos silenciosos me agitan para que mi ritmo aumente y disminuya según su ritmo. Un nuevo orgasmo no tarda en llegar.... la sostengo para que no se desvanezca. Noto cu corazón acelerado, se gira y nuestras bocas entrezclan las salivas.... sin darme cuenta Lucia se arrodilla ante mi poniendose en su boca mi erguido pene que no desea otra cosa que correrse en su boca. Su lengua es sabia en movimientos.... me apoyo en la pared para mantenerme de pie justo en ese momento que me entrego a ella dandole todo mi semen en su preciosa boca. Sus manos calman mi placer al retirarse muy lentamente después de lamer hasta la última gota. Se incorpora, nos abrazamos mientras nuestras manos se unen con tal calma que volvemos a vibrar... está vez muy despacio y muy muy calamdos.

Me calmas Jaime, me calmas (dice Lucia) mientras mis labios recorren su cuello. En cuanto podemos reprendemos el camino hacía su casa donde nos despedimos dandonos el teléfono para vernos nuevamente.

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