Es el segundo día que viene a casa.
Javier, muy puntual, tal como me
dijo, a las nueve en punto de la mañana está llamando al timbre para que le
abra la puerta. Debe de tener unos treinta años, es muy atractivo, aunque algo
tímido. Tiene un cuerpo musculado, pero no en exceso, metro ochenta aproximado,
melena morena y su barba de tres días le dan un encanto salvaje que me pone muy
caliente. Hoy tiene que reparar la tubería que va a devolverme el agua en casa.
Lo recibo con un pijama de
invierno nada sexy, acabada de despertar y con el frio en el cuerpo le abro la
puerta. Cargado con una mochila y sus
herramientas en la mano le invito a pasar. Se dirige al baño, la tubería
averiada esta junto al bidet.
-
Hola,
hoy quedará reparado y volverás a tener
agua si todo va bien.
-
Hola,
perfecto a ver si puedo ducharme hoy, mi cuerpo ya me lo pide. Voy a prepararme
café, ¿quieres uno?
-
No,
gracias, acabo de desayunar, me pongo cuanto antes para restablecerte el agua.
Desayuno cómodamente en la mesa del comedor desde
donde lo veo de vez en cuando trabajar dentro del lavabo. Me ha mirado un par
de veces y baja la cabeza muy rápido. Me encanta su timidez. Me concentro en el
trabajo que tengo pendiente y me olvido de mi compañero sexi.
Suena la alarma del móvil, tengo que prepararme
para salir, a las dos he quedado para comer Isabel. Me apetece mucho ducharme y
el chico tímido no me ha dicho nada de la averia.
Con mi mejor sonrisa entro en el baño y le digo:
-
¿No
tendré la suerte de tener agua?
-
Dame
un minuto, casi lo tengo.
-
Vale,
vengo de seguida.
Preparo mi ropa y justo cuando regreso al baño, grita sin darse cuenta que
estoy en la puerta.
-
Si,
ya tienes agua, pero tengo todavía que arreglar un empalme del bidet antes de
irme, así antes de la una lo tengo resuelto.
-
Vale,
si no te importa, tú ves haciendo, yo entro en la ducha y no te molesto (lo he
dicho sin pensar, y me ha dado un subidón que he humedecido al momento).
El intruso se enrojece y se vuelve a poner manos a
la obra para acabar antes de la una.
-
No te
preocupes, yo soy nudista, no estaba desnuda en casa por respeto a ti. (no
contesta, pero se gira y al ver que me estoy quitando la ropa, rápidamente
vuelve la cara).
Me encanta sentirme observada. Entro en la ducha tarareando una canción,
estoy feliz, la situación me ha puesto muy muy caliente. No corro la cortina
del baño, el agua corre por mi cuerpo desnudo, acaricio mis pechos con las dos
manos, me enjabono lentamente mientras deseo al hombre que veo ante mí. Me mira
descaradamente, su timidez se ha esfumado. Cierro el agua y me empiezo a secar
el cuerpo, no aparta la vista de mí. Seco mi pelo y mis ojos con la toalla, aprovecha ese
momento para acercarse y apoderarse de ella. Respiro su aliento que me sabe a
gloria. Mi cuerpo tiembla de sentir su delicadeza al secarme. Mis pezones se
enervan al paso de sus manos. Recorre todo mi cuerpo con sus manos sobre la
toalla, me abraza mientras su boca mordisquea mis labios….
Me enloquece con la delicadez que lo hace,
su lengua repasa primero el labio de
arriba, luego el de abajo, y una vez bien humedecidos introduce su lengua en
busca de la mía. Me llena la boca de su saliva mientras voy desabrochando su
camisa, descubro su tórax depilado… mis manos recorren muy despacio su espalda
mientras nuestras lenguas vibran inmersas en la pasión desbocada del momento. Deja
caer la toalla, mis manos desabrochan su pantalón buscando la excitación de su
enorme verga que he tocado por encima del pantalón. Me levanta para sacarme de la ducha, me
sienta en un taburete del baño, se inclina, me abre de piernas y empieza a
saborear mi sexo muy despacio mientras hurga en sus zapatos para quitárselos. Mis
gritos de placer anuncian mi primer orgasmo, aprieta su cara en mi coño y justo
en ese momento exploto en su boca…. Acaricio su cabello, me tiembla todo.
Se incorpora de nuevo, retira su pantalón y me planta delante del espejo, él,
en mi espalda delicadamente me penetra mi sexo completamente húmedo y excitado…
me empotra contra la pica del lavabo, nos reflejamos los dos… el silencio es total,
nuestra respiración resuena en el baño, mis jadeos van al ritmo de la clavada
de su enorme pene dentro de mí. Cada vez que la noto bien dentro de mí, mis
gritos llegan al cielo. A punto de volver a correrme se lo hago saber, sus movimientos
en lugar de acelerarlos, los ralentiza…. Noto como se mueve lentamente dentro
de mi… mi locura es total, desplaza su polla a un lado y otro de mi agradecido
sexo completamente abierto, me apoyo para no caerme de tan potentes embestidas…
no puedo más que gritar de placer cuando mi orgasmo recorre todo mi cuerpo… Y
en este justo momento llega la magia, me abraza, saca su romanticismo, no lo esperaba
y mi cuerpo se entrega a sus dulces caricias… me gira y sus grandes manos se
convierten en plumas erizando todos y cada uno de mis rincones…
Volvemos a enlazar nuestras lenguas, la saliva facilita los movimientos
deseosos y llenos de pasión… mordisqueo sus labios, jugamos a mordernos
suavemente… acariciamos a nuestros cuerpos unidos. Su mano se posa delicadamente en mi sexo
completamente empapado y me masturba con tal delicadeza que mis gemidos resuenan
en la piel de mi amante. Refriego mis pezones en su pecho y sin poder evitar
muerdo su cuello, repaso con mi lengua todo su hombro… su mano placentera se
mueve en círculos en mi clítoris… mi mano se aferra a su erguido pene… lo
masturbo…
Uffffff
Un nuevo orgasmo recorre mi cuerpo…. Delicadamente baja el ritmo de sus
dedos mientras recupero mi respiración.
Lo apoyo en la pared, me arrodillo y empiezo a chupar tan digna porra, su
mano me aprieta contra él. Llena mi boca completamente me hago con la situación
y saboreo su polla como si se tratase de un rico helado. Noto la debilidad de
su cuerpo al dejarse llevar por la experiencia de mi lengua. Meto y saco su falo en mi boca a mi libre
albedrio…. Lamo sus huevos esperando que estén llenos del semen que deseo en mi
boca, en mi cara…. Y justo en este pensamiento me anuncia que me va a llenar de
su tan preciado líquido… me abro de piernas y goteo parte de mi orgasmo, mientras
se corre en mi boca… y se corre en mi
cara justo cuando aparto la polla para llenarme toda de su semen….
Me incorporo, nos miramos y con una increíble sonrisa le digo.
-
Mi amiga
me mata, vuelvo a entrar en la ducha. Por favor me tengo que ir ya.
-
No te
preocupes, me visto y desaparezco.
En 5 minutos salimos por la puerta los dos, tiene que recoger las
herramientas y me pide el teléfono para llamarme antes de venir. Sonreímos sabiendo
que no sólo recojera sus utensilios de trabajo.
Un beso en la mejilla cuando le digo al oído:
-
Eres
un gran amante (y desaparezco corriendo).
Un gran encuentro, una gran fantasia.
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