jueves, 8 de diciembre de 2016

Una tarde te cambia todo....


Estaba en el bar donde iba a pasar ratos improductivos, tenía que esperar medía hora para volver al trabajo.
Ese día mi ánimo no era el mejor, pero estaba a punto de tener un golpe de suerte. Si, era ella, acaba de entrar al bar, la mujer delicada y elegante que más de un día había visto pasar por delante del escaparate de donde yo solía sentarme a pasar esos minutos previos a mi trabajo de tarde.
A través del escaparate nos habíamos mirado, en alguna que otra ocasión… creo que alguna de esas veces me había sonreído, seguramente al ver la cara de bobo que se me quedaba cada vez que la veía.
Hoy había entrado en el bar y siguiéndonos la mirada, pidió una copa de vino blanco y acto seguido se sentó en la mesa de delante de mí.
Vestida como un ángel, chaqueta blanca una falda corta y una blusa ajustada también blanca, medias creativas negras y zapatos elegantes hicieron que me pusiese nervioso ante su mirada, cuando descubrió que seguía hipnotizado por su presencia. Bella y elegante, de mirada penetrante me estaba desafiando… cruzó de nuevo sus piernas, mis ojos reseguían cada movimiento suyo… sus ojos buscaban los míos… está claro que había venido a alegrarme la tarde… venía a jugar conmigo sabiendo que yo iba a jugar todas las cartas…. Desconcertado por su sonrisa…coquetea tocándose su preciosa melena rubia,  intento disimular, pero me es imposible dejar de mirarla. En ese preciso y precioso momento desabrocha un botón de su blusa y deja visible un precioso sujetador negro de encaje… su mirada matadora hace que la miré con deseo… mi lengua instintivamente repasa mis labios intentado provocarla… su respuesta no tardó en llegar: repasó sus labios de rojo carmín una y otra vez sabiendo que en ese momento ante la multitud estábamos solos ella y yo. 
Me estaba planteando dirigirme a ella, no sabía cómo, ni qué decirle… y ella se adelantó a mi pensamiento:
-           Disculpa,  ¿vives por la zona?
Nuestra mirada desprendía fuego…miraba sus labios de carmín rojo
-          No, trabajo en la zona, pero te he visto varias veces. ¿Tú vives aquí?
-          Si, encima de la tintorería de al lado.
-          Soy Josep, Josep Maria, y tú?
-          Mercè, me llamo Mercè.
Su sonrisa era preciosa, se vuelve a tocar el su cabello sutilmente…  me levanto de mi mesa y me acomodo en la suya
-          ¿Te importa te acompañe?
-    No, para nada, es un placer conocer gente nueva (respondió ella, con una sonrisa de bandera). Hace muy poco que vivo aquí, y me está costando conocer gente, ya que trabajo prácticamente todo el día. Trabajo desde casa donde tengo montada la oficina.
-          Pues ya tienes un nuevo amigo para lo que necesites (esboce una de esas sonrisas que sé que pueden despertar sensaciones y deseos en una mujer).
Sus ojos brillaban, nos pusimos al día, me explico que venía de Andalucía, y que actualmente no tenía pareja, pues acababa de salir de una relación que había acabado como el rosario de la Aurora.
Miradas y sonrisas hicieron que me despistase en mi hora  de vuelta al trabajo. Me dispongo a despedirme y me comenta que si quiero, al acabar mis horas de trabajo de tarde, que le avise y que tomemos un vino y sigamos la conversación.
-          Perfecto Mercè, acabo sobre las 19 horas, te aviso y tomamos ese vino.
Nos despedimos con un par de besos donde nuestros cuerpos y nuestras manos sutilmente se acarician y se rozan sintiendo esa energía sexual y pasión que creamos el uno en el otro, nos intercambiamos nuestros números de teléfono.
Salgo del bar con una sonrisa intensa y llena de nervios…. Acabo de quedar con la mujer que llevo buscando y deseando de hace un mes y medio, justo el tiempo que hace que trabajo en Barcelona.
Las horas siguientes hasta las 19h, se me hacen largas muy largas.
Saliendo por la puerta y enviándole un mensaje a Mercè mis nervios son palpables, mi sonrisa nerviosa me acompaña mientras espero su respuesta.
-           Mi mensaje: Hola Mercè, a tu disposición para tomar ese vino y seguir la conversación si te sigue apeteciendo.
-          Su mensaje:  Si, si, me apetece, pero me faltan 10 minutos, anda sube un momento y te enseño mi oficina. Número 10, 2-4.
Uffff un gran escalofrío me recorre mi cuerpo. No dudo un instante y me dirijo al número 10, toco el interfono y me responde esa voz sutil que me invita a subir.
No me lo puedo creer, como la vida te puede dar en tampoco tiempo tantas sensaciones.
Llego a su piso, la puerta esta abierta.
-          Hola, ¿Puedo entrar?
-          Si, pasa estoy al final del pasillo.
Está trabajando concentrada en el ordenador. La habitación es muy luminosa y blanca, se gira para saludarme.
-          Espera que acabo y estoy por ti.
Me sonríe mientras me acerco, me pongo justo detrás de ella… habla, pero no la estoy escuchando. Estoy observando sus bonitas manos con una manicura perfecta como teclea rápidamente en el teclado del ordenador.
Me siento en un sillón blanco que tiene junto a un revistero, estoy delante de ella, me sonríe. Mercè es de esas mujeres que me enamoran en cada movimiento, en cada gesto….
Esta descalza, los zapatos debajo de su silla y sus pies de puntillas le hacen una figura preciosa. Piernas delgadas enfundadas en sus medias negras…
Sigo observándola mientras mi imaginación me lleva a una fantasía sexual:
Me levanto y me acerco por detrás, mis manos sutilmente se apoyan en sus hombros al tiempo que me acerco a su cabello para besarlo y impregnarme de su aroma… respiro intensamente para llenarme de ese perfume que aprecie en los dos besos que anteriormente nos habíamos dado.
Se gira mientras estoy con los ojos cerrados llenándome de ella, tengo su boca casi junto a la mía, me sonríe y sin darnos cuenta nos besamos… Su lengua es delicada, movimientos suaves resiguiendo mis labios…. Estoy temblando de placer… mis manos dulcemente empiezan a recorrer su precioso cuerpo proporcionado… mis manos se entremezclan en su rubia melena, nuestras bocas siguen inmersas en esos besos de pasión que no quieres abandonar.
Se levanta, sin dejar de besarnos… nuestras bocas no se quieren separar… ahora son sus manos que me acarician mi espalda… noto como sus dedos palpan mi piel con la intensidad de querer hacerme suyo. Mis manos se cuelan dentro de su blusa pro la espalda… su piel cálida y suave me hacen desearla más… sus manos en mi nuca intensifican nuestro beso… las lenguas no cesan de moverse… la saliva es fuego, nos estamos quemando por dentro y se nota en cómo nos rozamos… nuestros cuerpos unidos por el roce… llenos por los besos y atentos a nuestras caricias.
Sus manos se cuelan dentro e mi pantalón por la parte trasera… me trae hacia ella, mi pene erguido se clava en su entrepierna… la boca es fuego por tanta pasión… tomamos aire y seguimos besándonos con más intensidad… mi cintura se mueve en círculos ante la presión de sus manos por tenerme bien cerca de ella…. Somos dos cuerpos en uno… estamos fundidos y mimetizados el uno con el otro… sus movimientos son los míos, sus caderas mueven las mías… su entrepierna clavada a mi pene hace que las lenguas roten con más intensidad y pasión… mis manos de la espalda pasan en busca de su pecho… lentamente retiro el sujetador para poder acariciar su busto con tanta delicadeza que sus pezones responden a la lentitud de mis dedos…
Respiramos entre beso y beso con tanta pasión que abrimos y cerramos los ojos para flotar en ese plano tan placentero que nos lleva a desnudarnos lentamente uno al otro.
Mi pantalón cae, su falda se desliza… mi camisa se abre, su blusa la retiramos entre los dos y en ses momento nos encontramos con ropa interior….
Me arrodillo ante ella para poder saborear su sexo, sólo retiro su tanga negro para poder situar mi lengua en sus bellos labios sexuales donde todo su pubis perfectamente depilado me espera totalmente mojado..
Mi lengua se desliza con facilidad gracias a su humedad… noto como su cuerpo se deshace con mis lengüetazos lentos y delicados… sus manos se apoyan en mi cabeza para no perder el equilibrio… mi movimiento circular en su clítoris hace que sus gemidos llenen mis oídos y me estremezca al tiempo que mi lengua es más y más delicada…. Su orgasmo no tarda en llegar… bebo de ella como antes bebía de su boca…
Me incorporo y un precioso abrazo no funde en la timidez de la situación…
En ese momento…  escucho:
-          Josep, Josep, ¿me oyes? Ya estoy, ordenador apagado. ¿Nos vamos de vinos?
-          Ufff, suspiro… si, si, vamos, perdona, estaba en otro mundo…
Sonreímos los dos y vamos saliendo, pero sin antes, en su largo pasillo, pararla, y decirle.
-          Mercè, por favor, déjame abrazarte.
Asiente con la cabeza y en ese instante vuelvo a soñar despierto… nos estremecemos juntos..

Nos besamos… y ahí empieza a realizarse mi sueño.





lunes, 10 de octubre de 2016

Allí donde no lo esperas


Era de Esos días que no me apetecía salir, estaba ya lloviznando, pero había quedado con Verónica.
Ella és de esas mujeres que te enamoran sólo con la vitalidad de su voz, habíamos hablado 3 o 4 veces en la ultima semana para ver las obras que tenia que hacer en la casa de sus antepasados recién heredada.
Venía recomendada por una clienta muy especial, y no me pude negar a hacer la visita en domingo.
Me sonó el móvil y era un Whatsap de un número que no tenía memorizado. Es Verónica, que tal y como habíamos quedado, me enviaba la localización para vernos en 30 minutos. No pude evitar mirar la foto de su perfil de Whatsap. Era una foto donde se veía su alegre sonrisa. Me encanto su el brillo de sus ojos y su juventud, ya que debería tener unos 35 años, 10 menos que yo
Me apresuré a salir de casa, aunque mi cuerpo me pedía cama, llegué a las 10:30 en punto. Sólo había un coche, supuse que era de ella.
La mansión era inmensa, 3 plantas y unos 40 metros de fachada culminados con un torreón en la parte derecha. Una puerta entreabierta me invitaba a entrar, y no lo dudé un momento, pues, empezaba a llover.
Entré y la llamé por su nombre:
  -   Verónica, grité.
  -   Bajo de seguida, me respondió.
Atónito a tan bello lugar, pues era una casa que dentro del abandono de sus años deshabitados, conservaba su esplendor de una gran Mansión.
La poca luz que entraba por las ventanas iluminaba las paredes pintadas por grafitis de alguna guerrilla clandestina que seguramente se apoderó del lugar en más de una ocasión.
Escuché como unos zapatos de tacón se acercaban y una voz que melódica que me dijo:
  -   Josep, ya estoy llegando.
Iluminada por la luz de una ventana vi aparecer a Verónica, como si de un ángel se tratase. Era mucho más bella que en la foto que acababa de ver. Lucia unos tacones altos y un vestido negro ceñido a su cuerpo y lo que más me impacto fue su inmensa y gran sonrisa.
  -   Hola Josep, por fin nos vemos, tanto hablar por teléfono contigo ya tenia ganas de ponerle rostro a tan bella voz.
  -   Uy, gracias Verónica, un placer para mí también. (me sonroje al ver que ella dominaba la situación).
  -   Ven te enseño la casa, y te digo que obras quiero hacer, para que me hagas un presupuesto.
  -   Ok, te sigo.
Caminaba delante de mi con esa clase que tienen las mujeres seguras de si misma, no dejaba de hablar, tenía que esforzarme para seguir la conversación, ya que seguia su silueta entre la poca luz que entraba de las ventanas abiertas. Era como estar en un sueño.
Una mujer bella, sonriente, alegre y un cuerpo 10 cultivado seguramente por una buena alimentación  y mucho ejercicio.
  -  Josep, Josep (creo que me llamó más de 2 veces)
  -  Perdona Verónica, me despiste, dime
  -  Te decía si podrás empezar a final de mes.
  -  Si, claro, haré todo lo posible, el presupuesto lo tendrás el próximo martes.
Llevaba más de media hora contando todas las reformas que quería hacer, como una chica de las que pisan fuerte, se havia pasado todo ese tiempo coqueteando conmigo, sonrisas y miradas que me habían despertado un inusual deseo por ese atractivo tan innato de Verónica, cuando de repente empezó a tronar. Me miro con el semblante cambiado y me dijo:
  -  Me lo temía, empieza a tronar, con el miedo que me dan a mi las tormentas, en la vida sólo tengo dos temores, las alturas y los truenos.
La luz empezó a menguar considerablemente debido a la tormenta exterior y los truenos resonaban en el interior.
  -  Por favor, déjame que te abrace Josep, me dijo con un tono suave y una sonrisa picara, tengo mucho miedo, es peor que el vértigo que también padezco.
Y sin mediar una palabra más se abrazo a mi como una niña asustada. Me abrazaba tan fuerte que noté su miedo en mi piel, como también noté su perfume fresco que se apoderaba de mí. Volvió a resonar e iluminar en toda la mansión una nueva secuencia de rayos y truenos, que aproveché para intentar calmarla. la separé de mí y le dije:
  -  Verónica, tranquila, no pasa nada, estamos bajo techo y yo te protejo.
Me miró con pasión, sus ojos brillaban diferente, y sin pensárselo me beso como el que busca olvidarse lo que esta sucediendo en el exterior.
Sus labios carnosos se unieron a los míos mientras su lengua buscada la mía. Sus manos se colgaron de mi cuello, mientras otro trueno volvía a enmudecernos y hacia que su lengua me besase con más intensidad.
Estaba aguantando su delicado cuerpo en mis manos... empecé a acariciarla lentamente por la espalda mientras ella no dejaba de embrujarme con sus besos llenos de pasión , miedo y ternura... una mezcla que hacia que mi boca sintiese éxtasis de ese instante tan mágico como real que me hizo estremecer de arriba a abajo.
No sé cuanto duraría ese instante, pero fué tan intenso que hablaría de minutos. Se separo de repente de mi cuerpo, pues había dejado de tronar y volvió a la conversación anterior. Su sonrisa había cambiado, su brillo era mayor, y cada frase que decía la acompañaba con una pequeña carcajada que a mi me hipnotizaba. Su juego seguia...
Me tenía lleno de deseo, y creo que ella lo notaba, pues no paraba de reír, buscando mi mirada para intentar ver en mi interior.
Estaba claro, (ahora lo entiendo), ella, segura de si misma, con su autoestima bien alta dominaba la situación, sabia lo que quería y lo iba a conseguir.
Jugó conmigo, pues dedujo que me tenia comiendo en su mano y se mostro: dulce, sensible, agresiva (en pequeños instantes a traves de su mirada), traviesa, elegante ... todo le llevaba a seducirme, y así lo hizo.
La conversación de trabajo se acabo, y me dijo:
  -  Espera un momento Josep, ahora vuelvo.
Pasaron un par de minutos quizás cuando me llamó desde la habitación contigua.
  -  Josep, ven por favor, estoy en la habitación de al lado, entra y dirígete a la ventana.
Así lo hice, pues la habitación estaba a oscuras, mis nervios a flor de piel, y entonces escuche su voz muy próxima a mí.
  -  Abre la ventana por favor, sólo hasta la mitad. Eso mismo hice y iluminada por la poca luz que entraba vi a Verónica, estaba de cara a la pared con los brazos arriba y las piernas bien abiertas...ataviada con una preciosa lencería de encaje y unas medias negras.
Giró lentamente su preciosa cabeza y con su sonrisa aún más picara me dijo:
  -  Por favor, ven... necesito sentirte en mí.
Mi cuerpo no respondía a su llamada, contemplaba tal belleza y no podía creerme ser yo el elegido para tan precioso momento.
No tuvo que repetir la llamada, pues mis ganas de hacerla mía dieron su fruto y me acerqué lentamente para explorar su cuerpo perfecto, iluminado por la poca luz que entraba por la ventana.


La abracé desde atrás, mis manos recorrieron lentamente su cuerpo,  sus manos se posaron junto a las mías y me guiaron para que le desabrochase el corsé, sus pechos al airé al dejar caer esa preciosa pieza de lencería, justo cuando ella quitaba los enganches de las medias al corsé.... mis manos acariciaron sus senos lentamente mientras ella se daba la vuelta y me volvía a besar... empezó a desvestirme mientras yo jugueteaba con mis dedos dentro de su tanga... pude descubrir su humedad al recorrer todo su sexo lenta y delicadamente... nuestros cuerpos mal iluminados se estaban fundiendo desnudos al haber conseguido desvestirme en tiempo record.

Nuestras bocas unidas en saliva y lengua enloquecían al ritmo de nuestras manos, su respiración crecía al tiempo que su mano se poso lentamente en mi erguido pene para acto seguido arrodillarse y hacerlo suyo ante mi sorpresa... Verónica sabía lo que quería, en todo momento dominaba la situación... una vez satisfecha de saborear todo mi falo lentamente, se incorporó y me invito a ser yo el que bebiese de su sexo... su excitación y su entrega hicieron que se abriese bien de piernas para que mi lengua entrase con facilidad y pudiese disfrutar tan exquisito manjar... un sexo bien depilado... unos labios carnosos ... y unos jugos que me sabían a gloria me crearon tanta excitación que mi lengua seguia los movimientos pélvicos de Verónica.
Así conseguí que me diese de beber arrodillado ante ella...
Sus gemidos resonaban como anteriormente habían resonado esos truenos que nos unieron y crearon la magia de este momento.

Una vez satisfecho de saborear su interior, me incorporé, la abrace de nuevo, senti su perfume mientras mi lengua recorria todo su cuello, para acto seguido inclinarla en la pared... la penetré dulcemente en su sexo desde atrás... sus gemidos se volvieron más intensos.... marcaban mi ritmo y el movimiento de mis manos al acariciar sus pechos mientras los dos nos movíamos al unisono.
El siguiente orgasmo no tardo en llegar... su entrega era total, lo notaba en como su cuerpo se desvanecía con la certeza de que yo la sujetaba, se volvió a incorporar,se giró para volver a darme su saliva.. y mover nuestras lenguas con la pasión de dos personas que buscan su camino.... y que sobre todo quieren sentirse vivos... me invito a acercarme a la ventana donde ella se sentó con las piernas abiertas para facilitar que la volviese a penetrar... mi lengua besaban sus pechos y mordisqueaban sus pezones... el movimiento de su cuerpo acompasado al mío hacían que la penetración fuese intensa y sintiésemos como nos acoplábamos el uno al otro en unos movimientos que después de jadeos, caricias y besos pasionales por todo el cuerpo del uno al otro, llegamos a un orgasmo conjunto....

Jadeantes y sonrientes nos abrazamos para sentir el latido de nuestros corazones... nuestras lenguas satisfechas, pero no saciadas, se volvieron a unir... la pasión nos hizo entregarnos lentamente a la masturbación del otro mientras nuestras bocas no dejaban de unirse y separarse para quemarnos con el fuego de nuestras miradas...


Exhaustos y felices conversamos de lo maravilloso del momento y acabamos reconociendo que la vida esta ALLÍ DONDE NO LO ESPERAS. 

miércoles, 31 de agosto de 2016

Mi sueño en verano

Era un día de mucho calor, un día de verano, pero yo estaba tan ilusionada y nerviosa que me encantaba la sensación de mi cuerpo al sudar. No sé bien si era por el calor o por los nervios.

Nací en Rusia, en la ciudad de Norilsk, a 2900 km de Moscú en plena Siberia, hace ya casi 40 años. Vine a España a las montañas del Pirineo aragonés hace escasos 3 años, donde prácticamente no me moví de sus alrededores.

Siempre quería que llegase este momento, lo deseaba desde mi fría infancia en mis montañas de Siberia. Había visto documentales, películas y muchas fotografías, pero toda una vida detrás de mi sueño.

Cerraba los ojos y me imaginaba llena de él, pensaba que sería mágico y así lo viviría mi cuerpo.

Había noches que me dormía pensando en su latir, me imaginaba como me acariciaría mi piel cubriéndome de abajo a arriba. Como me dormiría contemplando su belleza, observando como el sol me iluminaría al final del día.

Y sí, todo ello lo iba a vivir de un momento a otro.

Le pedí a mi amiga Ruth que me avisase antes de llegar, en ese instante, quería que  me tapase los ojos con un pañuelo que traía para la ocasión.

Una vez llegamos, me ayudó a bajar del coche y me encaminé al sueño de mi vida.  Con los ojos tapados por el pañuelo, mi cuerpo se llenaba de sensaciones de sentir su olor, sudaba y en este caso no de calor, sino de la emoción de haber soñado este mágico momento y poder vivirlo en mí.

Me descalcé para adentrarme por el camino que me llevaba a él. Sentía como me acercaba por su brisa, por la música de sus olas y el sol que calentaba mi piel. Mis primeros pasos por la arena de la playa fueron como un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo de abajo a arriba.

Ruth me guiaba con sus manos y yo seguía con los ojos vendados. Me senté en la arena y en ese momento me quité la venda de los ojos… ahí estaba mi MAR, ese mar tan soñado y tantas veces contemplado en fotografías y películas. Era para mí, ese MAR azul estaba delante de mí y yo lo vivía con una sonrisa que en momentos se convertía en carcajada… latía para mí, yo era el motivo de sus olas, así me sentía…  me levanté y corrí de alegría, me estiré y di vueltas sobre mí, era tanto lo que mi alma deseaba el momento que mi cuerpo lloraba de alegría. Fué el momento de entrar en el agua… sensación increíble para una mujer de mi edad que veía como su cuerpo se sumergía en una gran piscina sin final. Estaba en el mar Mediterráneo, en la Costa Brava donde por fin pude cumplir mi sueño. Mi mar cubrió todo mi cuerpo sin pensarlo, bajo la atenta mirada de tantas personas que me observaban, pero yo estaba en mi mundo, estaba en mi sueño.

Salí y entré del agua una y otra vez como si de un niño se tratase, era mi deseo más oculto desde que tenía uso de razón. Llegó la tarde-noche y ahí seguía yo rebozándome en la arena después de mis últimos baños del día.


Me volví a sentar y contemplé la puesta de sol al tiempo que medité sobre tan bella y pura sensación. Mi cuerpo se estremecía de escalofríos… mis manos se hundían en la arena igual que mis pies, mis ojos se colmaban de luz viendo como el sol se despedía después de iluminar mi mágico encuentro con el MAR, en un día de verano donde pude sentir que tenemos grandes cosas que no sabemos apreciar, ya que vivimos  intensamente de una manera equivocada.

No tengo palabras para explicar todas mis sensaciones vividas, pero espero poder transmitiros que valoremos más la belleza que tenemos ante nosotros y que la respetemos como si fuese una extensión de nosotros mismos.

Aún hoy cuando recuerdo mi primer día de MAR, noto en mi las sensaciones vividas… mi cuerpo se estremece como si algo mágico me acariciase…



miércoles, 17 de agosto de 2016

Una auténtica cita a ciegas!!!

La excitación era inmensa, llevábamos tres semanas hablando por una red social, conversaciones calientes que acababan en masturbaciones. Había tanto deseo que nada más empezar a hablarnos yo me empalmaba y Sara se humedecía de saber que el deseo era mutuo, la imaginación y las ganas del uno por el otro era tal que hablábamos tres veces al día, cómo los buenos medicamentos que hacen que te cures de cualquier enfermedad, en este caso nuestro delirio crecía y crecía en cada toma de nuestra dosis diaria.
Conversaciones donde conoceríamos gustos y nos explicaríamos nuestros momentos más íntimos.

Surgió sin pensarlo, pero como todas las cosas maravillosas salió así, sin preparar. Decidimos tener una cita a ciegas para plasmar tanto deseo, conocíamos nuestros cuerpos virtualmente, sabíamos el que le gustaba a uno y al otro y llenos de tanto placer nos pusimos manos a la obra.

Sara un poco más tímida, lo deseaba igual que yo, pero me decía que le daría mucha vergüenza el citarnos en un hotel y realizar todos los deseos ocultos que habíamos realizado virtualmente.

No sabia si Sara tenía pareja o no, sólo nos dábamos placer virtual, pero al surgir la oportunidad de quedar y disfrutar físicamente no lo dudamos ninguno de los dos. Su vida personal era su intimidad y  nos prometimos que sería una sola vez, nos gustase o no.

Una vez realizada la reserva del hotel para una noche, el plan empezaba a tener fecha y cada vez más pasión y deseo. No dejamos de tomar nuestras 3 dosis diarias de buen sexo virtual hasta el mismo día de la cita.

Aquí os explico la experiencia en primera persona. Llego yo primero al hotel y le envio un mensaje a Sara que ya la estoy esperando. Cierro las cortinas de las 2 ventanas que hay en la habitación, tal y como le prometí seria un descubrimiento de nuestros cuerpos totalmente a oscuras, en la habitación se hace la noche, aunque eran las 5 de la tarde. Mis nervios a flor de piel, por fin vamos a disfrutar de la pasión y el deseo acumulado.

En recepción le dan una llave a Sara, yo me espero en el vestidor que esta completamente a oscuras como el resto de la habitación. Al oir como se abre la puerta mi corazón va ha estallar. 
Nada más entrar Sara va dejando caer la ropa en el suelo tal y como habíamos hablado, yo la espero totalmente desnudo, estoy apoyado en la pared del vestidor escuchando como cae su ropa al suelo... mi excitación aumenta.
Estoy esperando que llegue Sara al vestidor , no hemos cruzado todavía ni una palabra. Intuyo sus pasos, pasa por delante de mi, y justo en ese momento me acerco a ella desde atrás... mi cuerpo desnudo se une al suyo.
Nos deshacemos en el momento que nos cogemos las manos.. deseo contenido, nuestros corazones disparados por la situación y el deseo mutuo hacen que sigamos sin mediar palabra. Excitación, nervios, deseo, placer, vergüenza, timidez, pero sobre todos ganas de vivir este momento le susurro a Sara en el oído:
- ¿Estas Bien? 
- si, me contesta en voz baja, mientras sus manos no dejan de acariciar mis piernas.... mi boca aprovecha el susurro anterior para besar su cuello... noto como su piel se eriza... mi manos tiemblan igual que las suyas...
Estamos juntos por fin, ese deseo lo materializamos en el momento que hago girar a Sara... nuestras bocas se unen el el deseo y la pasión acumulada en las 3 semanas anteriores se convierten en el éxtasis del momento.
Nuestros cuerpos unidos no dejan de frotarse el uno con el otro... somos dos animales que buscan su instinto sexual más salvaje...  noto sus magníficos pechos en mi cuerpo, sus manos buscan mi pene... mi boca se inclina para mordisquear sus pezones que piden locamente que lo haga.
No paramos de gemir.... excitados, nerviosos... nos besamos con tanta intensidad que ni nosotros mismos sabemos de lo que somos capaces de sentir en una situación tan morbosa y excitante... todo a ciegas y sólo con nuestro tacto y olfato hacemos nuevas preguntas:
-  ¿Estas bien?
-  Si, ¿y tu? 
-  También, quiero descubrir tu cuerpo déjame recorrerte despacio... quiero sentir como te estremeces al paso de mi manos y mi lengua...

Así lo hago y así la siento... sus piernas se debilitan de tanto placer al arrodillarme ante ella y besar muy lentamente su sexo al tiempo que mis manos acarician su precioso trasero. Sara con sus manos acompaña el movimiento de mi cabeza ante su depilado sexo que me inunda de sus flujos... noto como su orgasmo esta llegando para regalarme una dosis de gemidos que escucho al ritmo del movimiento de su pelvis, mientras intenta apoyarse en el armario del vestidor para no desvanecerse de tanto placer...
La sostengo con mis manos en su trasero mientras su cuerpo me regala un orgasmo que llena mi boca de su exquisito placer... placer liquido que me sabe a gloria... me sabe a quiero penetrarla...  quiero que me coma, quiero sentirla una y otra vez hasta que caigamos rendidos en la lujuria del momento....
Guio a Sara hacia la cama, la siento ante mí, y en ese momento sus manos buscan mi pene para darme el placer que tanto deseo... su boca recorre mi glande lentamente... fricciones lentas y suaves hacen  que mis gemidos susurrados  a Sara sepa que me esta enloqueciendo con su boca....
Mi gran excitación y agradecido a tal felación, levanto a mi amante delicadamente mientras la beso y vuelvo a recorrer su cuerpo lentamente con mis manos justo antes de inclinarla en la cama para penetrar su sexo desde atrás... 
Mis movimientos primero delicados y luego rápidos hacen que mi musa sexual mueva sus caderas con locura.. sus movimientos y los míos bien acompasados hacen que su orgasmo no tarde en llegar... mis manos justo en sus pechos al tiempo que su orgasmo llega... en ese instante recuerdo que en nuestras conversaciones sexuales de los días anteriores me dijo que le encanta que le azoten el culo sin violencia, pero si con esa gracia que hace que sus gritos de placer sean más intensos en cada cachete que le marco por el movimiento lento de mi entrar y salir de su sexo.

Llena de mi, y todavía en completa oscuridad vuelve a recrearse con mi pene que sólo piensa en su placer... en este caso me vuelve a salivar toda mi verga que con la gracia de su boca no puedo evitar correrme, no sin antes pedirle permiso para ello... su decisión de chupar y chupar con más ganas mi pene hacen que sepa que lo quiere todo en su boca...  increïbles y bellos movimientos hacen que no retarde el momento de darle todo mi esperma que llena su boca... y que al retirarse, también lo esparzo por todo su cuerpo....
me tiemblan las piernas... apoyo su cabeza en mi cuerpo y le propongo descansar estirados en la cama...

Nos tumbamos y lentamente volvemos a recorrernos mutuamente en el silencio y la oscuridad de la habitación. Una y otra vez volvemos a darnos placer y a entregarnos en un mundo nuevo de sensaciones donde la vista todavía no ha intervenido para nada.
Cerca de las 9 de la noche hacemos media parte y vamos a cenar algo en el restaurante del hotel. Allí nos miramos y nos provocamos con esas miradas intensas que no conocíamos el uno del otro... juego y más juego que nos lleva de nuevo a la habitación y ahora empezamos la segunda parte disfrutando de miradas y risas cómplices y felices de haber hecho realidad una fantasia que salió sin pensar. Nos dieron las 2 de la madrugada y allí se acabo nuestra intensa cita

Y como prometimos, no nos hemos vuelto a ver.

domingo, 17 de julio de 2016

Así me gusta cumplir años.

Así me gusta cumplir años.


Tenía ganas de llegar a casa, pues, después de la fiesta de mi aniversario no me había vuelto a acordar del regalo que me habían regalado mis compañeras de trabajo.
Hoy mi cuerpo me pedía sensaciones y me iluminé y sonreí cuando recordé que las amigas de batallas de la oficina me regalaron un juguete sexual, mi primer vibrador.

Un vibrador no de grandes dimensiones, color rosa y de una forma diferente a como yo imaginaba a los vibradores. Una de mis amigas me explicó que la vuelta que da el vibrador en la parte final es para darme placer en el clítoris mientras me penetro el consolador de un tamaño de poco más que un dedo.

A mis cincuenta años de edad estaba descubriendo nuevas cosas en el terreno sexual, y la de este magnífico apartito de color rosa me estaba poniendo húmeda por momentos.
Mi fantasía era compartir este juguete con mi amante (que estaba descubriendo en mí  una nueva mujer). Pero sé que en estos días no podía contar con él debido a su trabajo.
Nada más llegar a casa, saludé a mi reina de 4 patas, que siempre se alegraba de verme, una perra que me daba el cariño y la compañía necesaria a una mujer como yo, que decide vivir sola.
Entro en mi habitación y me desnudo completamente para poder  recorrer y disfrutar de mi cuerpo como me había enseñado Armando. Mis manos acariciaban mis pechos lentamente, se detenían en mis pezones… los pellizcaban, mi cuerpo desnudo estirado encima de la cama, se abría  de piernas por momentos para poder sentir la excitación en mi sexo.
Empezaba a estar empapada cuando abrí el cajón de la mesita para sacar a mi niño rosa (así lo bautice)  y ver que me aportaba de nuevo a mis masturbaciones de media tarde.
Tarde de verano, jornada intensiva de trabajo y un calor inmenso fuera de casa, ahí estaba yo llena de deseo imaginando las manos de mi Armando recorriendo mi cuerpo como yo lo estaba haciendo. Mis ojos cerrados, mis dedos accediendo suavemente a mi sexo completamente rapado, empezaban a dar ritmo a mí deseo. Mi primer orgasmo no tardó en llegar, la excitación previa y la penetración suave de mis dedos hicieron que mi cuerpo se dejase llevar con las imaginativas palabras que me susurraba mi amante, al tiempo que con una mano  yo me acariciaba mis pechos,  mientras que los dedos de mi mano derecha hacían el resto en el interior de mi sexo.
Disfrutando de esa excitación y placer, me dispongo a estrenar a mi niño rosa, lo introduzco lentamente en mi sexo, bien abierto, mis piernas bien abiertas para facilitar la entrada de mí nuevo amigo y entregarme nuevamente a orgasmos y placeres desconocidos….
Húmeda, mi niño rosa entra suavemente, mientras todo mi cuerpo se estremece, mi pelvis se levanta hacía arriba para poder disfrutar del nuevo placer de sentirme penetrada por un cuerpo extraño que al mismo tiempo revoluciona mi clítoris…
Ufff
Ufff.
Increíble placer el que siento, mi mano, no deja de entrar y sacar lentamente a mi nuevo amigo, ese precioso regalo que mis queridas amigas me habían regalado 2 días antes. No se cómo, pero mi mano cambiaba e ritmo como si ya supiese  que tenía que hacer en cada segundo y además hacerlo con el justo movimiento y la justa intensidad que necesitaba.

Mi ojos cerrados, volvían a sentir los susurros imaginarios de mi amante, mi cuerpo encendido en placer, se movía con la sorpresa y las ganas  de saber que esto no ha hecho más que empezar…. Sí, me encanta saber, que por fin he cumplido (gracias a mis amigas) el placer de introducirme un juguete sexual en mi interior…. Mi mano sin soltar mi niño rosa, deja de moverse para que sea mi cuerpo el que se mueva para él. Me encanta sentirme penetrada y acariciada en mi clítoris…. Mis caderas se mueven en círculo para poder sentir mayor placer… mis dedos de la otra mano se sitúan en los labios de mi sexo para aumentar así el placer nuevo e intenso que estoy descubriendo… Quiero más, ahí llega mi nuevo orgasmo provocado por el movimiento de cuerpo… los susurros ficticios de mi amante resuenan dentro de mí, en el momento de sentir como toco el cielo por este momento que tanto me hubiese gustado compartir con él. Su morbo y saber hacer han hecho de mí una mujer con ganas de vivir la sexualidad y experimentar nuevos placeres desconocidos.
Me pongo de costado con mi niño rosa dentro de mí, ahora con las piernas cerradas la sensación es diferente, es como cuando me masturba mi amante y desde atrás me susurra las palabras más obscenas que  hacen que mi cuerpo se estremezca sólo de sentirlas… si muevo ese juguete dentro de mi…. Mis piernas cerradas hacen que el placer sea intenso.. mi mano con el movimiento roza los labios de mi coño para darme mayor placer …. Si, sé que mi tercer orgasmo está por llegar… quiero sentirme suya.. sentir como su deseo me llega a través de susurros imaginarios, quiero una vez más sentir el poder que tiene sus palabras en mí….
Mi cuerpo se entrega nuevamente al placer, mi corazón se acelera al tiempo que mi mano suaviza los movimientos para poder relajarme después de estos magníficos orgasmos que hacen que me quedo dormida con el niño rosa en mi interior.
Me despierto y ya son las seis de la tarde… desnuda y con una sonrisa inmensa en la cara, extraigo de mi interior a mi niño rosa y me pongo en marcha, pues mi perrita ya me pide que la acompañe para el paseo de la tarde.

Sonrío y vuelvo a sonreír, que buen regalo, de los que recuerdo, és, ha sido y será uno de mis mejores últimos regalos.


Así me encanta cumplir años.

martes, 5 de julio de 2016

Algo cambio en mí.


Lo había deseado desde hace mucho tiempo.


Por fin, mi deseo oculto y meditado se iba a cumplir, llevaba unos días hablando con Carmen, 
mujer en los cuarenta y pocos que se define como "Hotwife". Su traducción literal al español sería "JUGOSA" , pero en el vocabulario swinger o liberal seria la mujer de un cornudo, y en este caso consentido, y orgulloso de ofrecer su mujer a otros hombres para que le den placer principalmente delante de él.

Después de meditar y meditar, mi decisión fue coger el AVE y dirigirme a Madrid, ciudad donde me esperaba Carmen con el consentido de su marido.
Quedamos en un Bar cercano a la estación de Atocha, tenían habitación reservada en un hotel próximo, allí conocí al cornudo (también llamado "Cuckold"). Una pareja de muy buen semblante donde a ella la conocía por una simple foto, que os muestro a continuación, pero no creía que su mirada fuese tan bella, cosas que a veces no apreciamos en las fotos. Estuvimos más de una hora charlando, Carmen y yo coqueteando delante de su cornudo, el cual estava feliz de saber que había feeling entre nosotros.

Me explicaron que estaban felizmente casados, pero que una vez descubierto el mundo Cuckold la felicidad en su matrimonio era bastante mayor que antes de conocerlo. Eso les daba una mayor actividad sexual como pareja íntimamente y podían disfrutar cada uno a su manera este nuevo mundo.

Carmen iba vestida con un precioso vestido rojo ceñido a su cuerpo y eso hacia que al dirigirnos al hotel, la gente no dejase de mirarla. Tacones de punta y labios rojos acabados de pintar en el baño del bar le daban ese punto sexual que a todos nos atrae.

Las mujeres la miraban recelosas de ver una mujer tan atractiva enfundada en ese precioso traje rojo, los hombres la miraban con ese deseo oculto que todos tenemos al ver a una mujer tan segura de si misma.
Cierto es que entrando en el hotel me noté algo nervioso, pues sabia que iba a ser mi primera experiencia sexual donde iba a ser observado por el marido de mi nueva amante.

Una habitación amplia nos esperaba, en la mesa había una cubitera con cava y 3 copas para poder relajarnos y celebrar nuestro encuentro.
No pude contenerme el acercarme a Carmen y besarla aún estando prácticamente en las manos de su marido, el cual se retiro para que su Hotwife se entregase plenamente a mi ante su atenta mirada.
Mis manos acariciaron lentamente su larga melena, mientras ella sutilmente me desabrochaba la camisa, mi boca besaba su cuello al ritmo que mis dedos intentaban descubrir sus hombros para poder cumplir mi deseo de besar todo su cuerpo.

Al deslizar levemente el vestido sin dejar de besar su piel, mi boca se recreo en sus pequeños y naturales pechos, todavía enfundados en su sujetador, pechos que para mi eran la perdición del momento.
Sus manos iban más rápidas que las mías, ya que estaba desabrochándome el pantalón, y con sus delicadas manos toco para sentir toda la provocación que ella misma había provocado en mi, en esa hora previa a nuestro encuentro en la intimidad.

Pantalones fuera, vestido al suelo, ella con ropa interior negra de encaje y yo con un boxer naranja que destacaba el color de mi piel morena. 
Se arrodillo ante mí, saco mi erguido pene, y se lo introdujo delicadamente en esa preciosa boca todavía con carmín rojo en los labios.
Nervioso por el placer que me da Carmen con esta estupenda mamada , pero más nervioso todavía de ver su "Cuckold" sentado en una silla en el rincón de la habitación.

Me concentro en Carmen,  y conteniendo la respiración por tanto placer, la invito a levantarse para yo arrodillarme ante ella y apartando lentamente su tanga poner mi lengua en su precioso y delicado sexo... exquisita de piel y movimientos, la disfruto, mientras mis manos clavan su clítoris en mi boca para poder juguetear con mi lengua en ese punto tan perfecto de placer.... gemidos y movimientos que me auguran un orgasmo en mi boca... sí, quiero saborear su placer en mí... mi cabeza me recuerda que esta su marido pendiente de nosotros (sigo concentrado en mi tarea) para sentir en ese justo momento como todo su cuerpo tiembla de placer y se deshace en mi boca...

Me incorporo para sostenerla en mí, la abrazo, la contengo, y una vez calmada su respiración le retiro el sujetador y sus preciosos pechos naturales se muestran ante mí.

La inclino en la cama para penetrarla en su sexo, desde atrás, antes le retiro el tanga que tanto me molestava mientras le hice ese precioso cunnilingus, y que ahora esta empapado de sus flujos.

En esa postura Carmen tiene mucho placer, cosa que ya sabia por conversaciones mantenidas a traves de la red social donde nos habíamos conocido (appswinger.es).
Placer y más placer sin tener en cuenta que estábamos siendo observados por el cornudo de su marido, que de vez en cuando se acercaba para besar la boca de su mujer y susurrarle algo al oido, eso me excitaba y me daba ganas de penetrarla más y más intensamente, para que supiese que si estaba disfrutando a su mujer era gracias a su condición  de cornudo consentido.

No pude contenerme y le grite:
    -  Cornudo te gusta como le doy placer a tu mujer? 
su respuesta fue tan automática, que parecía que me estuviese esperando.
    -  Si, me encanta ver como mi mujer se llena de placer ante mi, a ella le gusta tu intensidad y a mi ver como lo hace para mí.

Jadeos y más jadeos, cambios de posición y todo ante la mirada del educado Cornudo que en un momento dado se masturbo viendo como su Horwife vibrava en mis manos.

Agotados después de más de 3 horas intensas, Carmen y yo estirados en la cama, se acerca su marido que nos sirvió una copa de cava a cada uno de nosotros y felices brindamos los tres por una nueva amistad y algo más. 

A partir de se momento: Algo cambio en mí.



domingo, 29 de mayo de 2016

Vaya pinta que tenemos!!!



Vaya pinta que tenemos!!!


Era uno de esos días que no me apetecía mucho salir a comer sola, y en ese justo momento suena el teléfono:
-  Si, contesto.
-  Hola Nicole, soy Félix, nos conocimos el domingo pasado (hoy es miércoles), te dije que te llamaría para comer un día de estos, estoy por tu zona, te apetece que comamos juntos?
-  Hola Félix, la verdad que ahora iba a salir a comer, a las 16:00 horas tengo que estar de nuevo en el trabajo, tardas mucho? 
-  No, para nada, en 5 minutos estoy ahí, he visto que hay un parking cerca, si quieres espérame ahí o dime donde te recojo?
-  Te espero en la puerta del parking.

Animada por esta buena compañía, me pongo mi chaqueta y me dirijo feliz a mi cita inesperada.
Félix es un tipo de estos que te apetece volver a ver, nos conocimos el domingo pasado en casa de un amigo común y congeniamos bastante, es un tío amable, con mirada encantadora y una sonrisa que hace que me estremezca sólo de pensarlo. Tiene un buen cuerpo modelado por algo de gimnasio, pero nada excesivo, pues sinó, tampoco sería mi tipo.

Yo le gusté, eso creo, pues desde el domingo no sabia nada de él, y esta cumpliendo su promesa de comer un día juntos para conocernos. El domingo iba esplendida, con un vestidito espectacular de color negro, marcando mi talla 95 de pecho con un escote pronunciado que Félix no hacia más que mirar. Mis treinta y pocos años han desarrollado en mi una picardia que a los hombres les encanta, soy de risa fácil, me encanta subirme a unos buenos zapatos de tacón para pasar del metro setanta con ellos calzados.

Hoy voy con una falda azul muy cortita, una blusa blanca con botones y mis zapatos blancos de tacón. No esperaba la visita de nadie hoy, pero yo para salir de casa o salgo de punta en blanco o mejor me quedo en casa.

Ya estoy en la puerta del parking cuando un coche elegante y negro se dispone a entrar, en ese momento se detiene y baja la ventanilla:
-  Hola preciosa, me sonríe Félix, 
-  Hola Félix, le sonrío.
-  No te muevas que aparco este trasto y vengo a buscarte.

No tarda ni 5 minutos, que utilizo para pensar que me gustaria que hacer con este pedazo de hombre que hoy voy a intentar seducir.

Camina con paso decisivo, se esta acercando y me sonríe enfundado en su traje negro, uffff, lo quiero en mí.
pienso mientras nos damos un par de besos de cortesia donde él aprovecha para cogerme de la cintura y acercarme a su cuerpo.


La comida es distendida, hablamos de nuestro amigo en común, reímos y reímos, pero la conversación la llevo a mi terreno preguntado si tiene pareja, su respuesta negativa hace que sonría y quiera llevar a cabo mi plan.

estamos con los cafés y aprovecho que hay un silencio lleno de complicidad para tocar su pie con el mío, noto su sorpresa en su cara y me dice: 
-  Nicole, ¿te gusta jugar?
-  Me encanta, soy una mujer que ha descubierto su lado más pícaro y contigo me siento como si te conociese de hace mucho, además eres un tío que me gustas, y si eso pasa, mi cuerpo quiere sentir.
-  Ufff, (suspira) eres una mujer preciosa Nicole, y desde que te vi el domingo supe que quería saber que mueve esa sonrisa picarona que tienes...

Yo, seguia acariciando su pierna con mi pie, los silencios y las sonrisas nos hacían aumentar el deseo...
en ese momento miro el reloj y le digo, nos vamos, no pregunta y pide la cuenta.
Creo que sabe lo que pienso, pues se acerca a mi, y me susurra:
-  Quiero respirar tu deseo en mi boca...
Me acaba de desmontar, me coge por la cintura al tiempo que vamos hacia el parking... mi cuerpo excitado y mi sexo húmedo hacen que desee poder sentir a Félix dentro de mi. 

Entramos en el parking del centro comercial y me invita a subir a su flamante auto, lleva los cristales tintados, él se sube en la parte de atrás, y sin darme cuenta inclina el respaldo de mi asiento con un solo movimiento, esta en la parte de atrás justo al lado mío, en la luz tenue que entra en el auto nos miramos, me derrite esa mirada que no pude acabar de disfrutar, ya que su boca se juntó a la mía.... nos besamos con tal pasión que acerco su cabeza para hacerlo más intensamente...  
Su mano, empezó a acariciar mis piernas mientras yo me abría completamente para facilitar su intención....
mis manos buscaban su pantalón para averiguar como demonios desabrochar su único botón y poder acceder a su precioso pene que ya notaba bien erguido.
El, en cambio, no dejaba de acariciar mis piernas... llegaba hasta mi sexo, pero no accedia del todo a él... esas ganas de que me tocase y no llegar a hacerlo, eso, me volvía loca... tanto, que por fin pude abrir el maldito pantalón y con unas ansias y un deseo irreconocible en mi puse su suave pene en mi boca...
El sentado en el asiento trasero, yo tumbada de lado en el asiento del conductor y comiendo su sexo... me lleno de placer de ver como ahora sus manos buscan mis pechos... aparta el sujetador para que mis pechos llenen su mano... abro los ojos (que mantenia cerrados) para ver su cara ... la poca luz me desdibuja su sonrisa de placer mientras me dice que se va a correr en mi boca...  que por favor no pare de comer su pene con tanta delicadeza...
Sus palabras funden el interior de mi coño que arde al tiempo que se moja... si, quiero que se corra en mi.. quiero beber su leche... me excita como ha dominado la situación hasta el punto que he podido poner su pene en mi boca... ahora lo tengo entregado a mi... ahora que quiere correrse en mi.... retiro mi boca y mientras le miro mis manos le masturban lentamente... no lo entiende.. pero, cierra los ojos dejando que sea yo quien haga con su cuerpo lo que quiera.... el liquido de su pene llena mis manos que rebosan y manchan su bonito traje negro...
En ese momento alguien esta tocando al cristal de la ventanilla... llama insistentemente. bajo mi falda y resguardo mis pechos primero en el sujetador y luego en la blusa... bajo la ventanilla y veo al guardia del parking que me pregunta:
-  srta, ¿todo bien? 
Me lo miro con una sonrisa, el mira hacia la parte de atrás del coche y supongo que en la oscuridad vio a Félix.
-  Miren de no estar aquí mucho más rato, pues se han quejado varios clientes.
-  No se preocupe, de seguida nos vamos.

Félix sale de la parte trasera del coche, yo hago lo mismo y nos encontramos uno frente del otro donde nos miramos y decimos al unisono:
-  Vaya pinta que tenemos.

Un pequeño beso nos sirve de despedida, sabiendo que volveremos a vernos y seguir en. donde lo dejamos...

Espero su llamada.

domingo, 8 de mayo de 2016

Me encanta mi trabajo. jajajajajaja


Hoy en el trabajo es de esos días interminables, estamos a final de mes, y todo son informes y más informes.
Mi trabajo en el departamento de compras es agotador, desde hace un tiempo que tenemos más trabajo del que podemos desarrollar. Suerte que con este exceso de trabajo nos dan apoyo otro departamento de la empresa. 
   Y sabiendo que eso es así, a pesar de la jornada agotadora que nos espera, voy a ser un poco mala. Si, a mis 29 años, empiezo a tener muchas cosas claras, sé lo que no quiero y también me marco mis caprichos, por eso, hoy, me he vestido para triunfar. 

Todos me conocen como Julietta, la chica del departamento de compras. La verdad que mis compañeros me encantan, soy de las pocas mujeres que hay en la empresa, y me miman en exceso, pero a mi me encanta.
Supongo que uno de los motivos es mi bonita sonrisa y un cuerpo bien proporcionado, hoy voy con mi vestido negro, bien arrapado a mi cuerpo, sé que los voy a alborotar, pero como os he dicho antes voy a triunfar.

Desde que nos ayudan otros compañeros en las tareas que nosotros no llegamos, tengo más contacto con el jefe del otro departamento. Es Julio, un cuarentón de estos que cada día mejoran, me impactó el día que me lo presentaron, impecable, perfumado y de esas miradas que cuando te miran te desnudan con extremada sutileza... Su elegancia me vuelve loca y creo que el lo sabe, hoy me toca trabajar codo a codo con el. Ayer me pidió que por favor venga a primera hora de la mañana y que no podremos salir del trabajo hasta que este todo acabado.

Otros días se han quedado 2 compañeros más, pero hoy como sé que estaremos solos el y yo, voy a ver si lo pongo nervioso. 

Nada más entrar a su despacho, estaba leyendo un informe y levanta la mirada de golpe y me dice:
  -  Julietta, (con cara de admiración) bien, puntual como te dije, y cada día me sorprendes más.
  -  ¿Porqué Julio? (le pregunto con mi sonrisa irresistible).
  -  Ese vestido negro te queda precioso, perdona mi intromisión, pero como hoy no hay más compañeros te lo puedo decir.

Sonreímos al unisono, y sus ojos se iluminan con esa mirada diabólica que me desnuda.

Uffff,  mi cuerpo se acelera, me excita este hombre, es increïble su perfume, su proximidad me pone nerviosa, pues un jefe es un jefe. Eso también forma parte de mi excitación.

Trabajamos toda la mañana concentrados, pues tanto el como yo somos muy responsables y eficientes, trabajar en una multinacional tiene muchas ventajas, pero no puedes dormirte en los laureles. Paramos para comer, pero yo, voy a mi casa que esta muy próxima a la oficina, en una hora vuelvo a estar inmersa en los informes que son tan urgentes. Vamos a buen ritmo, pero el jefe se retrasa, no pasa nada, pues el jefe es el jefe.

Viene de comer y alegre como siempre, (es súper simpático) cuando me sonríe con esa media carcajada me dan ganas de bajarme las bragas y entregarme a él en este mismo instante. Pero mi cabeza responsable me dice, quieta Julietta, espera, normalmente a las 19.00 horas no suele haber ya nadie. 

Hoy igual nos tocan las 22:00 horas entre papeles. Consultas y dudas constantes hacen un ir y venir en la oficina.

Por fin son las 19:30 horas y hace tiempo que no entra nadie, mirando a traves de las persianas de la cristalera empiezo a ver que sólo hay luz en un departamento alejado y que no tenemos contacto.
Me siento siempre delante de Julio, en la misma mesa que él, pues así nos vamos pasando los informes y comentándolos, pero hace un rato que estoy en la mesa redonda de reuniones de su mismo despacho ordenando los informes a entregar.
Estoy en frente de el, desde su mesa me ve perfectamente, voy dando vueltas a la mesa redonda ordenando informes, sé que me esta mirando, me inclino todo lo que puedo para resaltar mi figura, (igual que en la foto). Me siento en una silla de la mesa redonda, estoy delante de él, el vestido no llega a la rodilla y al sentarme hago que el vestido suba un poco, le regalo una visión lateral donde se pueden ver mis curvas perfectamente y creo que le estoy enseñando mis preciosas medias negras de caña. Sé que esta mirando, lo observo de reojo, me encanta provocar a mi jefe, compañero o dile como quieras.. me estoy poniendo muy caliente... 
  -  Julietta (me llama) por favor me acercas esos informes.

Me giro abriendo disimuladamente mis piernas, se que no lo debe hacer una señorita, pero me encantaria que hoy ponga sus manos en mi cuerpo....

Me levanto, me dirijo a su mesa, se los entrego y en ese momento me dice:

  -  Por favor, mira esto, me hace un gesto para que me ponga cerca de el.

Sin pensarlo me acerco todo lo que puedo y mirando los informes, rozo su brazo con mi cuerpo. Noto como su mano empieza acariciar mi pierna... Uffff, esto es increíble...excitación, deseo, escalofríos... Me acerco más y más, aún sabiendo que es una locura, pero es lo que deseo.

Me abro sutilmente de piernas, abierta para él, Julio me acaricia suavemente por encima de la rodilla... busca acariciarme más arriba... en ese preciso instante se gira y nos miramos con tal pasión que cierro mis ojos para afirmarle que todo es correcto, quiero que siga.... su mano acaricia el final de mi media de caña en ese instante que no puedo contener un suspiro enorme, hace que vuelva a cerrar los ojos.... giro mi cuerpo para facilitar que me acaricie y que su mano llegue a ese objetivo tan deseado por los dos,  sus dedos entran dentro de mi tanga mientras mis manos acarician su moreno pelo (él sigue sentado).
Me vuelvo a girar, esta vez para apoyarme en la mesa mientras él con su silla del despacho se planta delante de mi...

Es ahora que me sube el vestido y descubre ese esplendido tanga negro que me he puesto para la ocasión... lo deseaba tanto que ahí estoy yo entregada como un animal en celo. Sus manos buscan mi trasero, mientras el inclinado a mí, aparta su silla y se arrodilla para tener mi sexo a la altura de su boca...
No me puedo creer que Julio este a punto de beber el jugo de mi placer.... lo tengo empapado y quiero que beba el elixir que genera mi cuerpo por tanta excitación, y mi deseo de ser suya, tiemblo sin que ni siquiera su boca toque mi piel.. sus manos no dejan de acariciarme y entre caricia y caricia deja caer mi tanga al suelo... quiero de una vez por todas sentir su lengua dentro de mí... levanta la cabeza y ve la excitación de mi entrega... es ahí cuando yo apoyada en la mesa de su despacho y con mis manos cogiéndome fuerte para no caerme noto su boca en mi... todo mi cuerpo se rinde al movimiento de su lengua, al tiempo que mis jadeos se aceleran, me tiemblan las piernas, Julio lo nota, aguanta mi cuerpo mientras su lengua entra y sale de mi húmedo sexo.

Mi respiración se convierte en jadeos, mi alma sonríe de tanto placer... no puedo evitar gritar su nombre.

  -  Julio, Julio por favor penetra me, entra dentro de mi, le grito con toda mi pasión.

En ese momento se levanta y coge mi cuerpo con una mano, me acerca a él, y besa mi boca... no pierde el tiempo en hablar, noto su erección junto a mi... su otra mano esta intentado quitarse el pantalón... 
Mis manos: una acariciando su nuca, mientras nos seguimos besando con tanta pasión que me cuesta respirar, la otra colabora para poder quitarle el pantalón... 
Quiero que me penetre.. necesito sentir esa erección en mi... Cae su pantalón al suelo y es ahí cuando aprovecho para poner mi mano en su slip y acariciar su erguida verga.
Sus manos ahora se han metido dentro de mi vestido, me acaricia la espalda y con gestos sutiles retira mi vestido negro, donde yo, me limito a levantar los brazos para facilitarle la libertad de mi cuerpo.
Mis pechos siguen dentro del sujetador negro a juego con el tanga que unos instantes antes me ha dejado caer sobre mis zapatos de talón, esos zapatos que hacen que mi metro sesenta y ocho centímetros crezca en diez centímetros y tenga su boca a mi altura. 
Reprendemos ese beso de pasión después de retirar mi vestido, sus manos juegan con el broche de mi sujetador mientras las mías buscan los botones de su camisa para desnudar lo y sentir su piel junto a la mía., cae mi sujetador al suelo poco antes que mis manos retiren su camisa... todo ello sin dejar de besarnos con la intensidad de dos locos llenos de deseo. 

Busco con mis pechos bien erguidos unirme a su cuerpo, prácticamente desnudo. En ese justo momento la pasión de su boca deja mi boca y baja cuello abajo para empezar a mordisquear mis pechos... voy a explotar de placer... me excita se coma mis pechos, su dulzura hace que mis gemidos sean gritos susurrados al silencio de la oficina.
Deja de repente de besar mis pechos para retirarse lo suficiente, y repasar todo mi cuerpo y verlo desnudo (como tantas veces me ha desnudado en su imaginación) y fundirnos en esa mirada que yo la acompaño con ese precioso gesto de arrodillarme ante él para empezar a saborear la parte que más fantasías ha despertado en mi.

Dejo caer su slip sobre sus zapatos, mientras relamo lentamente su pene antes de ponerlo todo dentro de mi boca. Julio abre su piernas para tener mayor equilibrio, mis manos en sus glúteos las muevo para darle movimiento a su verga dentro de mi boca, ya que estoy entre la mesa y él, y no puedo mover mi boca para darle el placer de una buena felación. Clavada mi cabeza en la mesa, el sigue el movimiento de mis manos.... noto su placer, se retira un poco de mi, para facilitar el movimiento de mi cabeza, sus manos la mueven al ritmo de su placer...
Estamos desnudos en la oficina (que placer, que morbo), tanto él como yo sólo con los zapatos, después de marcar su ritmo en mi boca al saborear su pene, me levanta, vuelve a separase de mi cuerpo.

  -  Julietta eres preciosa, el sueño que deseo desde que te vi entrar en mi despacho.
  -  Julio quiero me llenes de ti, por favor entra dentro de mi.

Esas palabras hacen que Julio me gire y me incline en la mesa de su despacho al tiempo que tira al suelo todos los informes (que estaban bien ordenados), mis pechos sobre la fría mesa, rápidamente notan el vaivén del movimiento de su pene cuando me penetra.
La penetración és un éxtasis de placer, mis entrañas lo han notado rápidamente como parte de mi. Sus movimientos, primero suaves y lentos para ver como nuestros cuerpos se acoplan, se vuelven intensos, tan intensos como los jadeos que emite mi boca... Sus manos levantan levemente mi cuerpo para moverme con la fuerza de sus abrazos en mis pechos, pellizca mis pezones.... levanto la mirada para gritar más y más, y me veo reflejada en los cristales de la puerta que en este momento hacen de espejo. La intensidad de sus movimientos y su pene bien acoplado a mí, hacen de mi interior un volcán de placer que recorre todo mi cuerpo hasta llegar al orgasmo... Mis gritos de placer excitan a Julio que de una sacudida saca su pene de mi interior, me gira de nuevo, me sienta en la mesa (esa mesa que tantas veces hemos compartido trabajando) abre mis piernas y me vuelve a penetrar, mientras su boca se une de nuevo a la mía, para beber mi saliva y mis jadeos, esta vez silenciados por su lengua....

Mi excitación provoca que mi nuevo orgasmo no tarde en llegar, retiro mi boca para morder su cuello en ese preciso instante que mi orgasmo hace que grite su nombre mientras mis labios se aferran a su piel....
me abrazo, me abraza, su movimiento pasa a ser dulce y suave, nos besamos lentamente, nuestras lenguas juegan con los labios del otro... su pene sigue en mi.... nos acariciamos como el que recorre el cuerpo del otro para descubrir donde esta su mayor placer.... su pene sigue bien erguido dentro de mi... En este momento sale de mi interior mientras me pide:
  -  Julietta dame el placer de tu boca en mi sexo.

No dudo ni un instante, y me inclino nuevamente ante Julio (mi jefe), voy a darle tanto placer a él, como placer tendre yo, quiero saborear su sexo en mí.

Mi lengua recorre todo su sexo: empiezo lamiendo sus testículos, para subir lentamente a la punta de su verga y ponerla dentro de mi. Noto que su cuerpo vibra, sus piernas se endurecen, sus glúteos en mis manos se tensan para aventurarme lo que tanto deseo... Si, quiero que su semen entre dentro de mí.... Y, en ese instante, noto como sus gritos de placer ensordecen mis oídos, al mismo tiempo que mi boca se llena de ese preciado liquido que bien caliente quema el interior de mi cuerpo. Saboreo hasta la ultima gota ... se que eso excita a los hombres y a mí me llena de placer beber tan sabroso manjar.

Me incorporo y le digo:
  -  Julio, ¿será nuestro secreto? 
  -  Si, (responde él) siempre que pueda volver a sentirte en mi.

Sonrío con complicidad, mientras nos empezamos a vestir viendo que son ya casi las nueve de la noche.

  -  Julietta, seguimos mañana, te invito a cenar, ¿te apetece?
  -  Si, vale (vuelvo a sonreír).

Tengo ganas de saber que hay detrás de mi jefe. 

Me encanta mi trabajo. Jajajajaja


jueves, 5 de mayo de 2016

Quiero que vuelva a llover.


Empezaba la mañana cansada, es jueves y era mi cuarto día recolectando cerezas. Otros días eramos 4 personas que recojiamos los frutos dulces que nos ofrecían los cerezos. Hoy el encargado nos ha desplazado a 20 km del pueblo, estamos en el valle del Jerte. Como el encargado se tiene que ir, nos deja la escalera, cajas y un cesto para cada uno. El día no esta muy claro, las nubes nos amenazan con lluvia, pero Juan el encargado, dice que no lloverá.

Pedro y yo nos ponemos en marxa, és un hombre de aproximadamente 45 años, alto, moreno y con una sonrisa muy bonita.en estos días anteriores nos hemos dedicado alguna que otra sonrisa provocada por como nos miramos en encuentros fortuitos entre los cerezos... Pedro tiene unas manos de pianista, esas manos con dedos largos que anoche desee en mi cuerpo antes de dormir. Su sonrisa hace que mi cuerpo se estremezca, aunque es de pocas palabras, cuando habla tiene un tono de voz precioso. En un encontronazo al descargar el cesto en las cajas, me dice:
  Al final llueve, y como no este Pedro, nos vamos a mojar. 

Dicho y hecho, no pasan 10 minutos que empieza a llover,  parece que va a llover con ganas, nos estamos empapando y Juan no contesta al telefono. me mira con cara de Àngel protector y me dice:
  -  Vamos Sara, sígueme, he visto una iglesia mientras subíamos, está muy cerca.

Corremos bajo la lluvia como dos niños alegres, dos niños grandes que reímos y nos miramos con la complicidad de saber que los dos nos atraemos, si, nos gustamos...

    Llegamos a la iglesia y nos resguardamos en el porche, es una iglesia abandonada, Pedro inquieto y empapado como yo, intenta acceder a la pequeña Iglesia, 
   - Sara, Sara, ven, esta abierta, me grita desde el interior.

Entro, y hay poca luz.
  -  Donde estas Pedro? resuena mi voz al buscarlo y no verlo.
  -  Aquí, en el confesionario, (y sale de el con el torso desnudo).
Me quedo mirando su pecho depilado e iluminado por una pequeña ventana lateral.
Me dice: me quité la parte de arriba porque no es bueno estar tan mojado, y tu deberías hacer lo mismo, (me sonríe)
  -  Ufff, Ufff, (suspiro), no, seguiré empapada, me da vergüenza (le respondo).
  -  No tengas vergüenza Sara. hay poca luz, y somos adultos.
Me quedo en silencio mientras mi cuerpo desea quitarse la ropa empapada, me lo miro, me mira, y sin saber como ni porque, me empiezo a desvestir... me quito mi camisa y muestro un sujetador deportivo negro que sujeta bien mis pechos mientras trabajo.
   Como algo natural, intenta llamar a Juan mientras se acerca a la puerta para ver como llueve, a fuera esta diluviando. Suerte que nosotros estamos resguardados en esta vieja iglesia. Parece ser que no tenemos cobertura, me está cogiendo frío, empiezo a temblar del frío y la humedad del lugar.
Pedro, me mira y me dice:
    -  ¿Que te pasa Sara? ¿Te encuentras bien?. 
    -  Si, pero estoy tiritando de frío.
    -  Ven, déjame abrazarte, se te pasará.
Lo miro, me mira, nos sonreímos tímidament mientras me acerco a el atraída por ese imán interior que desde hace tres días me hace desearlo. No se que estoy haciendo, pero me acerco mientras el abre sus brazos y mi cuerpo siente su calor, su aroma y su protección.

El silencio nos invade, mi cuerpo esta entrando en calor, mi alma al mismo tiempo arde....

Me abraza con tanto tacto que no puedo evitar acariciar su espalda.... mis manos frías recorren su cuerpo caliente. El sólo me abraza, su cabeza inclinada y apoyada en la mía, hace que sienta su respiración pausada en mi oreja.... me susurra: ¿Estas bien?
Como no voy a estar bien, estoy flotando (pienso) ... su olor corporal esta seduciendo mis sentidos... no le he respondido y me vuelve a preguntar de nuevo:
   Esta vez, se retira para buscar mis ojos en la penumbra, y me dice:
   -  Sara, ¿estas bien? 
Mis ojos se cierran de placer al ver su deseo, sus manos han entendido que mi cuerpo esta totalmente entregado a el.... me acaricia lentamente mientras su boca busca mis labios... Siento como no deja de abrazarme mientras nuestras lenguas explotan de placer al unirse... aprieto su espalda para juntar su pecho con el mio....siento la excitación de su pene en mi entrepierna... mis manos se cuelan en su pantalón, todo su cuerpo es fuerte, tiene unos glúteos fuertes y perfectos... acerco su cuerpo al mío. su lengua hace que mis pezones se ericen pese al frío que tenia hace unos instantes....

   -  Sara, te deseo, ese es su nuevo susurro. Levanto la mirada y nos fundimos en un nuevo beso mientras sus manos se posan en mi culo por fuera del tejano... quiero recorrer su cuerpo y mis manos se apresuran a desabrochar su pantalón mientras el no deja de mover su lengua en mi boca... sus besos son dulces... son llenos de pasión.... sus manos de pianista se posan en mi tejano para desvestirme lentamente... nuestros pantalones caen al suelo al unisono... sigo acariciando su cuerpo buscando el placer de acariciar su sexo por fuera del slip.... Su erección hace que mi cuerpo se estremezca una vez más.... sus dedos van a tocar la musica de mi sexo.... los introduce lentamente en el interior de mi tanga.... mi humedad y sus dedos hacen que suelte un suspiro sonoro de placer... 

  Sus manos: una en mi dulce sexo mojado, y la otra se desplaza lentamente hacia mi espalda para muy sutilmente, y sin saber como, me desabrocha mi sujetador... lo apoya en un lateral del confesionario y se inclina para comer mis pechos.... mis pezones responden a su lengua erizándose al paso de su boca... una mano no se mueve de mi sexo cada vez más húmedo, y la otra acaricia mi larga melena morena... mi deseo aumenta al ritmo que mueve sus dedos... si, jadeo cada movimiento suyo... lo invito a que se levante al mismo tiempo que yo me arrodillo mientras mis manos sacan su esplendido pene largo y grueso... mi boca llena de placer la muevo a ese ritmo lento y delicioso de los buenos principios.... 

  Sus manos en mi cabeza aceleran el movimiento de su pene en mi boca.... estoy a punto de tener un esplendido orgasmo.... me excita como utiliza mi boca para su placer...  consigo retirar su pene de mi boca para poder lamer lentamente todo el perímetro de su erguida polla y bajar lentamente mi lengua hacia sus testículos que también acaricio con mis manos...

   Si, noto como su placer explota... levanto la mirada mientras me vuelvo a poner su polla en mi boca.... el deseo de su mirada hace que mi orgasmo explote mientras no dejo de lamer y lamer esa magnifica polla que la noche anterior ya deseaba ... 
Me retira la cabeza lentamente sin saber que mi orgasmo ha hecho temblar mis piernas.... me levanta y me vuelve a besar .... deseo, pasión, dulzura.. esa mezcla de las miradas y sonrisas de los días anteriores la noto en mi boca.... el lleva el ritmo de mi cuerpo... de mi boca... muerde los labios al sacar su lengua de mi boca.... dulcemente me gira para inclinarme en el confesionario... me dejo hacer... su erecto pene me penetra desde atrás... sus manos no dejan de acariciar mis pechos... mueven mi cuerpo al mismo tiempo que aprieta mis pechos para hacerlos suyos....
No puedo dejar de gritar de placer... esta dentro de mí, siento sus huevos enganchados a mi culo... se inclina para gritarme:
  -  Puta, dámelo todo, dame tu placer, tu placer es el mío....
Mi orgasmo esta a punto de llegar, su voz y sus insultos me han excitado hasta el punto que no puedo contenerme y mi cuerpo se entrega de nuevo a un orgasmo que esta vez lo grito y lo comparto con el....

  Como por harte de magia... sus manos me acarician lentamente y sus movimientos son ahora dulces... su pene sigue intacto en su erección y ahí con esa dulzura noto como mi cuerpo desea volver a correrse ... ahora soy yo que le pido a gritos que no deje de follarme.... quiero volver a sentir ese placer en mis entrañas.... mi mano acompaña a a su penetración... mis dedos acarician mi clítoris para poder sentir como me crezco con un nuevo orgasmo mas maravilloso y increïble que el de antes....

   Me gira, me besa... me sienta en el banco del confesionario y ahí lentamente se arrodilla para que su lengua se pose en mi excitadísimo sexo y vuelva a entregarme de nuevo a Pedro... abre mis piernas mientras su lengua entra dentro de mi y es ahí donde grito su nombre mientras mi orgasmo llena su boca.... sus dedos acarician lentamente mis piernas mientras yo recupero mi respiración.. levanta su vista y me ve... acariciando mis pechos intentando mantener ese placer en mi cuerpo....
Se pone de pie... yo sentada... me acerca su pene para que yo libremente lo meta en mi boca, si, deseo lamer y disfrutar de ese magnifico pene que tanto placer me ha dado...

  Mi boca se llena de saliva ... su pene entra y sale de mi boca a un ritmo cada vez mayor para provocar ese orgasmo que me esta anunciando Pedro....
Si, sus manos mueven mi cabeza buscando su placer... me siento su puta y eso me excita... una mano en su polla y otra en mi coño vaticinan que otro orgasmo va a venir en el momento que se corra en mi boca...
Y así en el silencio de su orgasmo y en mi boca llena de su semen, ahí vuelvo a correrme sin poder soltar de nuevo ni un sólo gemido....
   Su semen dulce se empieza a deslizar por mi garganta mientras retiro su pene y nos fundimos en esa mirada de placer.... miradas en este caso traviesas y picaronas
Sigo sentada y el de pie... acerca mi cabeza a su cuerpo y me dice:
    Te deseo en mi desde el primer momento que te vi.

Oímos un coche, seguramente es Juan, que viene en nuestra búsqueda... sin mediar palabra y todavía jadeantes los dos, empezamos a vestirnos para intentar volver a la realidad.
Ya no llueve. salió el sol. 
Con sendas sonrisas... saludamos a Juan al acercarnos, explicándole que habíamos estado a cubierto en una iglesia abandonada.
  
  Quiero que vuelva a llover de nuevo en mi cuerpo.

Así me penetro apoyada en el confesionario.